Ya esta todo lleno. Te metas donde te metas, hay cantidad de gente por todos lados. Gente colorada como un tomate, sudorosa, con olores a cremas pegajosas...Ya ha llegado Agosto y me resulta difícil incluso circular en bicicleta; los despistes del personal, son un peligro...
Casi es el momento de regresar a la ciudad donde todo esta tranquilo y se puede disfrutar de ella sin agobios...Pero yo he elegido trabajar este verano y he de cumplir mis compromisos entre tanto olor a gentío en vacaciones. Este año no me huele tanto a mar pese a que lo tengo casi a la puerta de mi casa. Este año, en este Agosto, me huele más a un mar de aceitosas cremas y cuerpos sudorosos.
Casi en cualquier lugar costero de Cantabria, encontramos estos bidones que el dueño de alguna huerta utiliza para la recolección de agua de lluvia para riego. En alguna ocasión, me pregunte de donde salían tantos bidones de plástico absolutamente iguales. La respuesta que me dieron, fue una sorpresa: de la anchoa. En el Cantábrico ya no hay anchoas (o en una cantidad ínfima) por lo que desde hace ya algunos años se importa en salazón desde Chile y Argentina. Los recipientes para el salazón importado, son esos bidones azules.
Ya casi por cualquier camino rural, encontramos restos de plástico negro y moqueta.
El mayor trabajo que da una huerta, es eliminar la mala hierba que crece por los cultivos y senderos. Ello se elimina, de forma drástica, si forramos la tierra cultivada de plastico negro. Para los caminos, suelen utilizar moqueta vieja...
Casi es el momento de regresar a la ciudad donde todo esta tranquilo y se puede disfrutar de ella sin agobios...Pero yo he elegido trabajar este verano y he de cumplir mis compromisos entre tanto olor a gentío en vacaciones. Este año no me huele tanto a mar pese a que lo tengo casi a la puerta de mi casa. Este año, en este Agosto, me huele más a un mar de aceitosas cremas y cuerpos sudorosos.
Casi en cualquier lugar costero de Cantabria, encontramos estos bidones que el dueño de alguna huerta utiliza para la recolección de agua de lluvia para riego. En alguna ocasión, me pregunte de donde salían tantos bidones de plástico absolutamente iguales. La respuesta que me dieron, fue una sorpresa: de la anchoa. En el Cantábrico ya no hay anchoas (o en una cantidad ínfima) por lo que desde hace ya algunos años se importa en salazón desde Chile y Argentina. Los recipientes para el salazón importado, son esos bidones azules.
Ya casi por cualquier camino rural, encontramos restos de plástico negro y moqueta.
El mayor trabajo que da una huerta, es eliminar la mala hierba que crece por los cultivos y senderos. Ello se elimina, de forma drástica, si forramos la tierra cultivada de plastico negro. Para los caminos, suelen utilizar moqueta vieja...
NOJA-SOANO-QUEJO-ISLA-ARNUERO-BAREYO-AJO-FARO DE AJO-CASTILLO-SANTOÑA-HELGUERAS-NOJA: 50 Km.
Finalmente hoy me he decidido a realizar esta travesía que, aunque bastante dura, he conseguido sin superar las 135 p.p.m. (Alto de Isla 132; Alto de Ajo 135) como tenía previsto el otro día y que , finalmente y por precaución, no pude realizar. El secreto ha sido el regular el esfuerzo a partir de las 120 p.p.m y de esta manera no dejar que el corazón se dispare. Me he encontrado bastante bien y eso me demuestra que mi estado de forma es mejor de lo que me imaginaba, pese al sobrepeso alcanzado tras dos años y medio dedicando mi tiempo libre en exclusiva a arquitecturaenimagen.
Para ejercer como fotógrafo de arquitectura, se ha de tener una condición fisica mínima que no cumplo en este momento, pero que espero lograr en unos meses de entrenamiento en bicicleta. Mientras tanto, lo seguire pasando mal en el trabajo diario y, por ello, seguiré distanciando las sesiones de campo, para poder recuperarme lo mejor posible de cada una...
Antes de crear arquitecturaenimagen, realizaba a diario 25-50km y 90-120 km los sabados, dejando el domingo para la recuperación fisica. En estas condiciones, los ayudantes jovenes que venían conmigo a los trabajos de campo, no conseguían seguirme el ritmo. Ahora soy yo el que me cuesta hacerlo...
Para ejercer como fotógrafo de arquitectura, se ha de tener una condición fisica mínima que no cumplo en este momento, pero que espero lograr en unos meses de entrenamiento en bicicleta. Mientras tanto, lo seguire pasando mal en el trabajo diario y, por ello, seguiré distanciando las sesiones de campo, para poder recuperarme lo mejor posible de cada una...
Antes de crear arquitecturaenimagen, realizaba a diario 25-50km y 90-120 km los sabados, dejando el domingo para la recuperación fisica. En estas condiciones, los ayudantes jovenes que venían conmigo a los trabajos de campo, no conseguían seguirme el ritmo. Ahora soy yo el que me cuesta hacerlo...