viernes, 16 de julio de 2010

El Tour, Alberto Contador, la madurez y el ímpetu en el trabajo...


En muchas ocasiones me pregunto cual será la diferencia entre el trabajo realizado por una persona ya madura y el realizado por un profesional joven.
No puedo negar que al entrar en una oficina bancaria o cualquier otra oficina que atienda al publico, observo a los posibles empleados que en principio parecen encargados de atenderme y , sin dudarlo un minuto, selecciono solo a aquellos que son jóvenes. La razón es sencilla: los mayorcitos suelen ser mucho mas "lentos e incompetentes" y te hacen perder mucho tiempo para las mismas operaciones...

Aunque lo he demostrado en cantidad de ocasiones, no termino de entender la razón por la que los mayorcitos suelen ser peores en estas labores de gestión profesional mientras que , los jóvenes y pese a su inexperiencia, son muchísimo mas operativos.


Teatros de Canal en Madrid. Juan Navarro Baldeweg. Arquitecto/ Architect. Foto copyrigth de javier azurmendi


Es evidente que los ya maduros (no solo en el sentido de edad), se toman las cosas con mas tranquilidad y, por ello, de forma menos explosiva. Esto, que hace ser mucho mas rentable en cuanto al esfuerzo propio a realizar, no lo es con el tiempo de los demás que se suele alargar de forma, en ocasiones, desesperante. Parece ser que para uno mismo es mas rentable ser mayor, pero no para los que te rodean y dependen en cierto sentido de tu manera de enfrentarte al trabajo.

Pero aquí se han de distinguir dos casos: las profesiones cuya actividad se basa en la intermediación para que otros realicen su trabajo, o bien aquellas cuya finalidad consista en la construcción del trabajo final.
Es el primer caso, es evidente la necesidad de la operatividad, resolución directa y rápida, propia de los jóvenes; en el segundo, es necesaria la meditación, meticulosidad y el bien hacer de un buen profesional con experiencia.

Alberto Contador, por su manera de actuar en este Tour, podríamos asegurar que ya es un profesional maduro. No le preocupa otra cosa que el trabajo final y, por lo tanto, realiza el esfuerzo específico mínimo necesario, para aplicarlo a ese fin; para poder ganar el Tour.
Andy Schleck, también por su manera de actual, se nota un corredor joven. Su tremenda fuerza, explosividad e impaciencia le descubren como un corredor sin experiencia y, por lo tanto, no maduro. Andy, esta llamado a ser un intermediario, para el trabajo final de Alberto Contador.

No tengo ninguna duda que no ha de ser el ataque desmedido, la mejor arma de Contador. El saber esperar y atacar de forma puntual y muy controlada, limitando con ello a lo mínimo su esfuerzo y desgaste físico a la mínima expresión, son las armas que han de caracterizar a un corredor maduro. Eso es trabajar a favor de la naturaleza y, en estas condiciones, Contador tiene muchas ventajas sobre Schleck, en un Tour de Francia...

Calidad y no cantidad o velocidad, es lo que ha de caracterizar a un profesional maduro y, por lo tanto, aplicable a aquellos de "producto final". La fotografía de arquitectura , al igual que la propia arquitectura, entra de forma clara en esta última categoría...

Se dice, con buen criterio según esta deducción, que un arquitecto con calidad, empieza a serlo a partir de los cincuenta .

¿Cuando lo será para un fotógrafo de arquitectura?




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