España: el infierno fiscal. ( http://blogs.elconfidencial.com/economia/el-disparate-economico/2016-05-30/infierno-fiscal-sueldo-24-400-euros-impuestos-15-706_1208243/ )
No quiero barca, corazón barquero,
quiero ir andando por la mar al puerto.
¡Que dulce el agua salada
con su salitre hecho cielo!
¡No quiero sandalias, no!
Quiero ir descalzo, barquero.
No quiero barca, corazón barquero,
quiero ir andando por la mar al puerto.
(Rafael Alberti)
Verano de 2010.
Y
ahora que tengo algo de tiempo libre, me da por ir a pescar, aunque he
de reconocer que me lo he de pensar mucho más que antes. El hecho de
matar animales como una diversión, es algo que me empieza a molestar
sobremanera; un cierto cargo de conciencia me recorre el cuerpo...
Pocos
peces hay ya en un puerto de mar, como para enseñar a tu hijo lo que es
la pesca. Tan mal está el asunto, que prácticamente nos habíamos
especializado en pescar lo que nadie quería pescar: mújoles. Pescando lo
que resultaba imposible comer (al menos los mújoles de puerto), resulta
mucho mas fácil realizar la pesca sin muerte (captura y suelta) que es
la que últimamente practicábamos cuando salíamos juntos.
Y
resultan ser uno de los peces mas difíciles de pescar... Los años de
observar sus costumbres, nos hicieron poder construir una caña
específica a la vieja usanza: bambú madrileño curado por nosotros mismos
procedente de algunas plantas de una casa familiar, anillas de cerámica
como las de antaño, carrete García-Mitchell de hace cuarenta años,
nailon finísimo y aparejo con fino anzuelo sin muerte y sin ningún tipo
de plomo. Solo con un aparejo discretísimo (casi flotante) y con
movimientos absolutamente naturales, el mújol se atreve a probar el cebo
que se le ofrece (naturalmente la miga de pan con un grado de humedad
específica, según las costumbres de alimentación y profundidad a lo que
lo hacen en ese puerto concreto; ello se logra intriduciendo cierta
cantidad de aceite en la mezcla)
Lo
importante de la pesca del mújol, no es poder pescar uno (que ya es
difícil salvo por confusión). Lo realmente difícil es pescar dos docenas
de grandes dimensiones (cercanos a 1 kgr) manteniendo con cada uno una
tremenda lucha hasta conseguir sacarlo del agua sin romper un sedal que
no soporta mas de 500 gr. Y esto es así de complicado pues, estoy
completamente convencido, que este pez es inteligente...
De
alguna forma que desconozco, tras la primera captura, se avisan unos a
otros y desaparecen completamente quinientos metros alrededor del lugar
donde se encuentra la caña de esa captura. Esto indica que de alguna
forma practican un cierto lenguaje.
Pero
la cosa no se queda aquí ya que tardan varias horas en aparecer de
nuevo (seguramente otros cardúmenes distintos). Ha de pensarse que estos
viven en grupos de algunas decenas de ejemplares y, por lo tanto, ese
lenguaje ha de ser común a todos ellos (inclusos entre distintos
grupos). También podríamos deducir que al menos tienen una cierta
memoria inmediata que dura en el tiempo.
No
tengo ninguna duda que tienen ciertos sentimientos, individuales e
incluso de grupo, ya que al capturar uno en el anzuelo, inmediatamente
otros intentan liberarle de él e incluso uno de ellos le acompaña hasta
el último segundo en el que ya lo "arrías" a tierra (expresión popular
marinera ésta, propia de algunos marineros asturianos, que indica subir,
y no bajar...). Incluso llega a quedanse mirándole...
Y esto viene a cuento tras ver uno de los programas de Eduard Punset, en los que se deduce que según las últimas investigaciones, lo único que nos diferencia de algunos animales es el lenguaje.
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