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Es inevitable. Siempre me rodeo de pequeños gestos con sutiles lecturas que posiblemente jamás se leerán de forma racional. Es como un juego con el tiempo y sus fantasmas; un dialogo con la historia; un formar parte de ese lugar mirándolo con respeto...
También así se hace historia, construyendo por acumulación. Es algo parecido a un osario de restos de vida. Son los gestos destinados al libro de la pequeña historia de cada lugar. Un hacer historia de forma natural; sin pretensiones
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El "osario" de mi nueva vivienda-estudio. 1.- Las molduras originales de 50 años atrás, se enfrentan a los muros que subdividen espacios originales; el enfrentamiento se potencia rompiéndola de forma brusca cual afilada cuchilla ha hecho del espacio que limitaba. 2.- Los nuevos paramentos de Pladur tienen encuentros limpios con los horizontales originales y, por lo tanto, no necesitan tapajuntas (molduras) que los "engañen"; ahora el encuentro es limpio como corresponde a un material mas moderno que el ladrillo y el mortero extendido a mano. 3.- De igual forma, en las decoraciones del entarimado, se lee la operación realizada: se ha roto el dibujo de forma brusca pues se ha dividido, también de forma brusca, el espacio original... 4.- Conviven distintas alturas de techos correspondientes a distintas etapas de obras realizadas por propietarios anteriores. De igual forma aparecen distintas molduras en el mismo espacio que ,en su día, lo fueron estacias distintas
También así se hace historia, construyendo por acumulación. Es algo parecido a un osario de restos de vida. Son los gestos destinados al libro de la pequeña historia de cada lugar. Un hacer historia de forma natural; sin pretensiones
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En la casa en la que yo viví durante 40 años había este tipo de soluciones con molduras. Como era un edificio antiguo que había sido restaurado a finales de los 60, -bueno, sólo se había respetado la fachada- cada planta tenía una altura "como las de antes" y esa amplitud y ser un séptimo piso en una calle donde normalmente sólo había seis o siete alturas hacía que el piso fuese muy luminoso. Estaba todo acabado con molduras similares a las que nos muestras. Era un piso de alquiler y nunca entendí por qué razón cada vez que queríamos hacer una reforma, el dueño se pasaba a inspeccionar a "ver si habíamos dejado la moldura como estaba originalmente". Es una tontería este comentario hecho por un profano, pero lo he tenido que hacer porque tus fotos me han traído muchos recuerdos...
ResponderEliminarHola Luis
ResponderEliminarEn mi caso, no es cuestión de molduras; es cuestión de conservar ¡en parte! el espiritu de la historia anterior. En mi casa se han puesto molduras nuevas , pero solo donde eran necesarias por ls acabados. En las zonas donde el Pladur aparecía, no las he querido ni ver pues el sistema del propio material hace que no sean necesarias...(aunque todos estaban empeñados en colocarlas)
como las personas: despues de adornarnos lo más posible, cuando llevas 40 años en un sitio, te das cuenta que no encajas, todo se rompe y entonces, sin molduras, sin engaños te muestras con tus cicatrices y llega el momento de decir: estoy aqui,herida, maltrecha, pero viva aún y con ganas de aguantar otros 40 años más o los que me echen....
ResponderEliminarMe alegro de que no estuvieses debajo....