Lo agradable de vivir en Madrid

Me ha llamado la atención la manía que se le tiene a Madrid, como ciudad poco agradable para vivir; la imagen que se tiene de contaminación extrema que se da a lo largo del año; lo aparentemente desagradable que resulta su clima; lo desagradable de su tremendo tráfico… Y, curiosamente, para mi, resulta todo lo contrario...

No  hay nada que mas me guste que darme un paseo un día de diario por su calles. ¿Contaminación y atascos? Pues salvo días contados y en horas muy puntas, en el centro de Madrid no existen los atascos. Otra cosa es la sensación que tienen los que entran o salen a Madrid a diario y se atascan en las carreteras de entrada, salida, o las distintas circunvalaciones; ha de ser muy desagradable para los que viven fuera y trabajan dentro… Para esos si ha de ser realmente un martirio a diario.

Lo agradable de vivir en el centro de Madrid

Pero para mi que vivo en el centro, y ahora que no hay casi trabajo, el decidir dar un paseo matinal caminando desde mi casa, hasta la Plaza de Atocha, pasando por el centro del Retiro, para seguir por la misma calle Atocha hasta la plaza Mayor y aledaños; el comprobar como el centro de Madrid, aunque sea ya muy turístico, sigue siendo 100% popular; lo agradable de caminar por las estrechas calles del barrio de Las Letras; por el Real Jardín Botánico para terminar tomando un aperitivo en los fantásticos y muy baratos bares que existen en el barrio de Pacífico, creo que poco lo puede superar.

La Calle de la Veronica y aledaños, durante muchos años fué una de las zonas mas agradables de Madrid (el llamado Barrio de Las letras). Desgraciadamente una serie de museos y galerías importantes se apostaron a su alrededor y eso ha terminado por degradar el barrio (en el sentido, también, de dejar de ser popular y obrero). En el segundo piso del número 13 de la Calle de la Verónica, tuve mi estudio durante muchos años. Casi a diario me veía con Nacho Criado y otros amigos que vivían cerca, para hablar de nuestro trabajo,  proyectos e inquietudes; era una época efervescente...

Con la vida que he terminado por montarme, en esta ciudad no existen los atascos. No utilizo el coche salvo para salir de la ciudad a realizar alguna marcha por el monte. El ir caminando a todos lados, se ha convertido en algo habitual. ¿Y cuando toca trabajar? Nada como un taxi, para llegar a cualquier sitio sin tener que aparcar y estar pendiente de mover el coche cada hora. Ahora, con los minúsculos equipos que utilizamos, eso es 100% posible.

Vivir en el centro de Madrid, me da la posibilidad de pasear por el Retiro a diario

No mencionare la extensa vida cultural que se mueve en esta ciudad, pero tengo serias dudas que en cualquier otra ciudad española, se tengan las posibilidades culturales que se tienen en esta.

La demostración con datos de que para un jubilado es mas barato vivir en esta ciudad que el hacerlo en un pueblo, nos ha llenado de alegría; no me veía yo encerrado en un pueblo, a estas alturas de la película de mi vida; ahora, tras los estudios realizados,  mucho menos...