miércoles, 28 de julio de 2010

Ricardo, corazón de león

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Noja- Soano-Quejo-Isla-Arnuero-Castillo-Santoña-Noja...


Este es el recorrido que con cuarenta kilómetros recorrí en bicicleta por carretera en el día de ayer. Pese a que ya llevo unos cuantos kilómetros en las piernas, lo llegue a pasar mal en la subida de Isla y, por ello decidí eliminar el Faro de Ajo que, con su subida desde la nacional, podría poner mi corazón a más ritmo del conveniente.

Y es que, para hacer deporte de forma mas o menos seria y segura, hay que hacer algún pequeño estudio que nos garantizará no pasarnos de "rosca" y, con ello, evitar un accidente cardiaco. Con independencia del peso y pretensiones en la realización del deporte, hay que tener claro cuales son las pulsaciones mínimas de nuestro corazón, cuales las máximas teóricas y cual es el punto del que en principio no se ha de pasar.

En mi caso las mínimas son 39 p.p.m. (si, ya se que es mínima,pero es que, desde siempre ,he sido bradicardio debido al deporte de resistencia que he practicado) y las máximas teóricas 163 (220, menos la edad). El 80% de esta cantidad es la que no se ha de sobrepasar casi en ninguna circunstancia (130p.p.m.). Naturalmente estas cifras no son exactas, pero sí nos pueden dar una idea, de por donde pueden ir los tiros...

Ricardo me enseña un Trilobites, encontrado en alguna de sus rutas espeleológicas


La experiencia me dice que en alguna ocasión ( a esta edad ), haciendo algún gran esfuerzo, me he puesto a 160 p.p.m. y por lo tanto puedo dar por válidad, y real, la cifra máxima de 163 p.p.m.. La cifra mínima esta obtenida por medición real diaria al despertar. Por ello, obtenemos unas diferencias utilizables máximas de 120 pulsaciones y de 9o con seguridad.

En este sentido soy bastante afortunado ya que, si mi ritmo cardiaco mínimo fuera el normal (60 p.p.m), a mi edad no tendría mas que 70 p.p.m de fondo cardiaco seguro, frente a las 90 que yo poseo gracias a mi bajo ritmo en reposo...

Puesto manos a la obra, puse la alarma en mi pulsómetro a 140 p.p.m. (algo mas alto del teoricamente seguro). En la subida de Isla y, pese a que disminuí el ritmo al llegar a las 135 p.p.m., mi ritmo cardiaco se disparo hasta las 147 p.p.m. y, de no ser por la alarma del pulsómetro, facilmente me hubiera puesto casi al máximo con el peligro que ello conlleva a mi edad...



Interesante arquitectura entre maizales descubierta en bicicleta en las llanuras de Langre (Cantabria). Estas son las arquitecturas que no se publican en las revistas del sector y no por ello dejan de tener una altísima calidad, pese a no estar realizadas para "la foto".



La deducción es fácil: con la falta de ejercicio, se disparan las pulsaciones máximas y mínimas, pese a que nuestro corazón no será capaz de sobrepasar las máximas calculadas. En estas condiciones, es muy posible el accidente cardiaco.

Claro que, como todo en la vida, hay excepciones y mi compañero de ruta invernal, Ricardo, con dos años más que yo (59) sobrepasa, casi a diario y como si tal cosa, las 200 pulsaciones ...

Estamos preparando el próximo trabajo: Cementerio en Comillas de los arquitectos Pedro Fernandez Lastra, Eduardo Ruiz de la Riva y Eduardo Cabanas y que finalmente publicaremos en la revista ARQ-VIS, así como en ARQUITECTURAENIMAGEN y PHOTOGALLERYBANK...No niego que tengo cierta debilidad por este tipo de arquitectura funeraria pero, además, ha recibido un premio del COACAN, en este año.

Cementerio en Comillas (Cantabria). Pedro Fernández Lastra, Eduardo Ruiz de la Riva y Eduardo Cabanas. Arquitectos

Copyright de Manuel Azurmendi. A mi hijo Manuel, también le esta dando por la imagen y, la de arquitectura, no se le da nada mal...



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