No hay tiempo que perder, ni proyecto por rechazar en la actual situación...
Tengo la casi certeza que las vacaciones estivales de este año serán muy escasas, para poder atender los trabajos y proyectos que he de realizar antes de septiembre ¡diría que afortunadamente!
Y el del gran Mercedes, el Audi o el también hortera jovencito con su Seat, siguen circulando a 160km/h (justo para poder reducir en un frenazo a 120 ante un radar o un control policial) entre caravanas de emigrantes africanos cargados hasta las cejas, turistas despistados admirando los testículos del toro negro encima de aquella colina, múltiples filas de inestables remolques y entre tremebundos frenazos ante el "bit-bit " del GPS advirtiendo del próximo control de velocidad o por divisar un sospechoso vehículo, escondido tras una señal...
Y de repente, una gran carabana de vehículos circulando a 80 km/h tras un coche negro con sospechosa apariencia policial, finalmente acupado por un par de viejecitos que van charlando de sus cosas...
Y yo, a estas alturas de la película y conociendo el percal del asunto, sigo "con estos pelos" y metido en la carretera. Son las obligaciones colaterales, de un viejo fotógrafo de arquitectura...
Tengo la casi certeza que las vacaciones estivales de este año serán muy escasas, para poder atender los trabajos y proyectos que he de realizar antes de septiembre ¡diría que afortunadamente!
Solo me preocupa un tema: el transporte por carretera. Resulta un horror ver como conduce el personal, especialmente en fines de semana y verano. En cada curva, en cada recta, en cada cambio de rasante no es extraño encontrarte a alguno admirando el paisaje o haciendo de la carretera algo suyo; todo un peligro que has de sortear continuamente para poder ir a la siguiente ciudad...
Pretenden convencernos que el número de accidentes por kilómetro de carretera ha descendido. Siendo rigurosamente cierto, no nos informan de que son las grandes berlinas las implicadas casi siempre en todos los accidentes mortales. Y la gente sigue convencida que su potente y enorme vehículo es un seguro en la carretera siendo, en realidad, absolutamente lo contrario...Y el del gran Mercedes, el Audi o el también hortera jovencito con su Seat, siguen circulando a 160km/h (justo para poder reducir en un frenazo a 120 ante un radar o un control policial) entre caravanas de emigrantes africanos cargados hasta las cejas, turistas despistados admirando los testículos del toro negro encima de aquella colina, múltiples filas de inestables remolques y entre tremebundos frenazos ante el "bit-bit " del GPS advirtiendo del próximo control de velocidad o por divisar un sospechoso vehículo, escondido tras una señal...
Y de repente, una gran carabana de vehículos circulando a 80 km/h tras un coche negro con sospechosa apariencia policial, finalmente acupado por un par de viejecitos que van charlando de sus cosas...
Y yo, a estas alturas de la película y conociendo el percal del asunto, sigo "con estos pelos" y metido en la carretera. Son las obligaciones colaterales, de un viejo fotógrafo de arquitectura...
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