viernes, 4 de junio de 2010

De la tecnología fotográfica actual para la arquitectura, sobra casi todo

El otro día me pidió una cámara mi hija y le di la 5D Clásica. Fue curioso como rápidamente me comentó que el auto foco no funcionaba. Comprobado este extremo, efectivamente había dejado de funcionar y comprobé que era un problema de la cámara y no del objetivo. No me había dado ni cuenta puesto que yo trabajo todo absolutamente a mano.


Rollei 35. Con enfoque "a ojo", fotómetro básico con diafragma y velocidades manuales


Repasando, no tengo la menor idea de cuando ha debido estropearse ya que jamás lo he utilizado (me suena que lo descubrí los primeros días y nunca mas lo he hecho). Así son las cosas en mi manera de trabajar esta profesión; sigo haciéndolo como cuando empecé y tanta tecnología no me vale absolutamente para nada. Es todo artesanal, pese a los soniquetes y lucecitas varias de todo cuanto me rodea. Es curiosa la capacidad de aislamiento que se ha de tener para ejercer esta profesión como se ha de hacer; trabajando artesanalmente; trabajando a la vieja usanza.

Esta ha de ser la razón por la que con cámaras tremendamente básicas, como la analógica Rollei35, me encuentro absolutamente comodo...Me parece que esto ya indica, de forma clara, los años que llevo a cuestas breando con esta profesión.

Esto me trae a la memoria a un familiar, desgraciadamente ya fallecido, que iba "capando" cada cable que correspondía a cada función del ordenador de su vehículo, según esta empezaba a dar problemas (normalmente por evería del ordenador):

"un coche, no es más que es un chasis, un motor y unas ruedas; todo lo demas es complicarse la vida..."

Si no hubiera sido por esa sabio comportamiento, me imagino que ese vehículo , avanzadísmo para su tiempo, estaría continuamente en el taller y hubiera perdido su función fundamental, que no es otra que la de transportar comodamente a su usuario...

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