Lo tengo claro: ha cambiado el mercado... Y esto que ahora parece un chiste dado el tremendo vuelco que ha dado la profesión, en mi caso no lo es tanto si se piensa que desde hace ya mucho tiempo me he estado preparando para estos malos momentos.
Por fortuna, sigo teniendo encargos. Pese a que no cubren mas que el 30-35% de lo que antes tenía, también he diversificado tremendamente mis ingresos. Esto último, unido a ahorros de mas del 50% en mis gastos como consecuencia de reestructuraciones en la trama de trabajo e investigaciones de diversa índole (siempre encaminadas a bajar los costes de "el vivir" y "el trabajar" sin disminuir la calidad de vida) me hacen tener ciertas esperanzas en poder seguir viviendo de esta profesión ¡en España! ; por el momento, creo que no me puedo quejar...
Al final, no hay nada como mover el coco y ponerse a buscar soluciones hasta debajo de las piedras. En ese sentido copio y pego el interesantísimo relato que hace un forero sobre este tema:
He sido de los primeros en mi entorno en ver la crisis que se avecinaba. Estoy hablando del año 2005 cuando todo era un correr de dinero.
Dejé mi puesto de trabajo "fijo" y bastante cómodo y me hice funcionario soportando críticas de mi entorno viendo que todo se iba a ir a la mierda, con lo que eso implicaba en 2005.
Tengo todo mi dinero en acciones y fondos de inversión extranjeros y en monedas de plata, en la cuenta corriente habrá 200€ a día de hoy. Tengo pensado comprar 8 hectáreas de terreno rústico en un sitio muy apartado
Pues bien, no se qué hacer, me siento como el protagonista de la película "Take Shelter", esperando no se sabe muy bien qué, pero sabiendo que vendrá.
Y me fastidia, me fastidia haber sido de los primeros en ver lo que está empezando a haber -que es el 5% de lo que nos espera- y que me pille deslumbrado como a los conejos en la carretera.
Ya se que está el post de "last call" pero esa no es la supervivencia que nos espera.
Siento el rollo.
Te voy a contar lo que yo HAGO en tu lugar...
Yo lo vi venir mucho antes que tú, fui de los que estaban en primera línea de fuego cuando todo ocurrió.
Yo trabajaba de gerente de una promotora-constructora con 110 empleados en nómina: secretaria, contable, vendedores, albañiles (ferrallas, paletas, oficiales, ect), "ninios y parienta del jefe", enlace financiero (el que llevaba las hipotecas, las letras, ect) y toda la pesca... y recuerdo que cuando empezábamos una promoción barata en Gibraleón, o Cartaya, o Bonares; a los 25 días estaba vendida completamente. Y los que las compraban eran churreros, carniceros, el que nos colocaba y fabricaba los rótulos y pancartas (a ese le llegué a contar 7 de nuestros pisos comprados en contrato... al carnicero 3). Los compraban poniendo 3.000 € en contrato y automáticamente les decían a nuestros comerciales que les subiesen 9.000 € al precio. Mi jefe, el dueño, se tiraba de los pelos porque decía que para eso vendía él los pisos 9.000 € más caros, que para eso era el que ponía el dinero (mentira, lo ponía el banco, que en el crédito a la promoción engordaba las tasaciones). Al final mi jefe le ponía los 9.000 € de más pero aún así seguía el de los carteles comprando pisos bajo contrato... y el carnicero. Y yo comentaba con mi jefe cuando firmaba otros 3 pisos con el de los carteles: "ésto tiene que reventar por algún lado".
Ya ves, yo lo vi antes que tú.
Hasta que en las fatídicas obras de Isla Cristina y Ayamonte reventó.
... Y reventó de golpe y porrazo, un parón en seco, abrupto, y llegó sin avisar.
Teníamos vendida la promoción de Isla casi al completo; 11 pisos de 12. El último no se vendió para no declarar mucho beneficio y a la parienta del jefe le apetecía otra vivienda en otra playa para reivindicar su condición de "visillera golden". Ella soportaba cuernos, veía a su marido despertarse pero no acostarse a su lado porque llegaba de otras camas a las tantísimas... pero le importaba un carajo. A ella sólo le importaban sus numerosos y caros visillos. Estaba trabajando en la recepción no para pasar un mal trago viendo pasar pu-tas delante del mostrador diciendo que eran comerciales que venían a venderle no se qué a mi jefe... a ella le daba igual, ella sólo estaba espectante y alerta de que no llegara una que le levantase la mina y el patrimonio futuro de sus cachorros...
Pero me pierdo y no es cuestión. Lo dicho; teníamos vendidos 11 pisos de 12 y la promoción a punto de entregar. Teníamos otra en marcha en Ayamonte, con 9 de los 13 pisos vendidos pero le quedaba un poco más de tiempo para la entrega, unos meses. Y una UTE en Cartaya en un edificio de 55 viviendas que sólo se vendían a panchos, rumanas e inmigrantes, el mercado nacional ya estaba saturado... pero el carnicero y el que ponía los carteles seguían comprando en contrato para revender a tan volátiles clientes finales.
A 10 días de entregar la obra de Isla en notaría nos llama el BBVA y nos dice: "oye, que la central dice que hay que revisar las hipotecas, es un simple trámite y tal..."
De 11 hipotecas concedidas sólo dejaron en pie 1, las otras 10 fueron tumbadas.
Bancaja, curiosamente, también nos llama para revisar las hipotecas de Ayamonte... y por vez primera pide avalistas a todos los compradores.
Se abaratan las viviendas de Punta pues el de los carteles, que se había quedado con 2, por poco le da un infarto cuando se entera de que tiene que escriturar esas dos viviendas. Me voy al Rocío y siembro el recinto, ermita incluida, con 7.000 folletos vendiendo las viviendas n la playa a 93.000 €. Ni una sola llamada...
El parón de ventas fue monumental. Los clientes de Ayamonte haciendo echar humo a mi móvil porque no encontraban avalistas ni a nadie que se quedase con las viviendas... la obra comienza a apestar como la de Isla y un montón de papel negociado que tenía de vencimiento la entrega de isla para pagarlo.
El desastre se consumó. Para aquel entonces yo ya llevaba dos dos meses y medio sin cobrar... La empresa presentó suspensión de pagos y 106 empelados a la puta calle... menos el jefe y sus hijos.
Lo perdieron casi todo. A mi antiguo jefe sólo le quedó un buen plazo fijo que tenía en Gibraltar (donde tenía domicilio fiscal por un piso alquilado que compartía con dos estudiantes jijiji), todo lo demás se lo llevó el Banco. Ah, y su chalet, que estaba a nombre de sus ancianos padres.
Pensaba que la crisis duraría poco, que iría levantando pequeñas obras aquí y allí y que pronto volvería a trabajar con el volumen que acostumbraba. No hace mucho me enteré que ha terminado malvendiendo el lujoso chalet donde vivía y se ha trasladado a un piso en un barrio medio potable de Huelva. Tiene una pequeña empresa de 5 trabajadores (él, 4 inmis y uno de sus hijos) que se dedican a las chapuzas... y sé que hay meses que no cobran pues no surge chapuza alguna.
Al de los carteles que me compraba tantos pisos, un chaval joven y muy ambicioso, lo vi hace poco en una manifestación de Stop Desahucios en la céntrica plaza de las Monjas... se avergonzó al verme y se hizo el loco. Ni me molesté en ir a hacerle pasar un mal rato con mi saludo.
Yo, tal como salí de la promotora, decidí cambiar de tercio después de ver la ola del tsunami a pie de playa. Comencé a trabajar como representante de una empresa gallega con material para estancos, librerías, ect...
A los 6-8 meses me surgió trabajar con la CAM liquidando sus pisos en la zona. También me salió un trabajo con Unión Fenosa para visitar grandes empresas (más de 10.000 KW de consumo mensual). Complementé los dos trabajos durante un año y medio, hasta el vencimiento de los respectivos contratos y, al ver que no me iban a renovar en ninguno de los dos (lo de la CAM es obvio, lo de U.F era porque ahora interesaba el residencial, puerta a puerta, y eso como que no... porque entre otras cosas rozaba la estafa. A las empresas no le squedaba más remedio que salir de la TUR pero a las residencias NO), me fui con un cliente de hace mucho tiempo a vender aparatos de frío industrial. Estuve casi un año con él hasta que al hombre no le quedó más remedio que cerrar (yo vivo en Zona 0 catastrófica; Huelva. Con la 4ª mayor tasa de paro del país -casi un 40%- y una dependencia brutal del ladrillo).
Ahora asesoro a clientes con sus negocios, monto y vendo pc´s en internet y tengo un pequeño imperio en la red que em aporta curiosos ingresos. En total me levanto mensualmente unos 1.800/2.000).
O sea, lo que he hecho es TRABAJAR COMO UN CABRÓN DE LO QUE FUESE... y no me ha ido mal. Porque en este país donde se avecina, presuntamente, un Mad Max, el que trabaja 8-10 horas diarias como un cabrón prospera.
Pero trabajar eh!, nada de parar a echar el cafelito, leer el MARCA, dar vueltecitas con el coche, fundir el móvil mandando mensajitos, lamentarse de que cualquier tiempo fue mejor, ect... T-R-A-B-A-J-A-R 8 horas a piñón fijo todos los días, y pillando muy pocas fiestas y tal.
Ese es el secreto. Porque si trabajas (pero trabajar de verdad, insisto) 8 horas como un cabrón aunque sea cogiendo cartones, en este país, es sinónimo de no pasar necesidad. El kilo de cartón lo pagana a 0,10. Te aseguro que si vives en una ciudad grande, durante 8 horas buscando cartón a destajo, eres capaz de encontrar 50 kilos el primer día... pero al que haga 100 días, con la experiencia, sabiendo donde se acumula el cartón y a qué horas, observarás que eres capaz de recoger 500 kilos diarios.
Y eso es lo que he hecho yo; trabajar como un chino cabreado... que para eso son los padres del único modelo económico que funciona en la actualidad a nivel global.
No voy a renunciar a la civilización de la que formo parte deseando un armagedón porque sería traicionarme a estas alturas; con 42 años y cabeza de familia. No voy a renunciar a los valores que siempre le he inculcado a mi hijo: trabajo, esfuerzo, sacrificio y todo ello con cabeza. Porque sería traicionar toda la educación que le he dado. No pienso decirle "hijo, te voy a comprar un cacho de peñasco en medio de la nada, un par de cabras y una buena azada porque el mundo se acaba". No pienso decírselo porque es mentira... y, aunque fuese verdad, prefiero que caiga con dignidad; intentándolo a base de trabajar, y trabajar, y trabajar como un cabrón... no escondido como un pordiosero allí donde Cristo perdió el mechero.
Eso sí, ya le he adelantado a mi hijo que se acabó trabajar 3 horitas al día en un despacho haciendo nada por 3.000 euros al mes, con un Iphone del siglo XXII en el bolsillo para faldar y un BMW en la puerta financiado por un leasing o un préstamo personal... eso pasó a mejor vida. Eso pertenece a la "belle epoque del ladrillo" que se ha vivido a principios de siglo.
Claro que TRABAJAR (en mayúsculas) consiste en visitar poco el foro, y ver pocas pelis de Mel Gibson, y no hacerse 3 pajas diarias frente a un pc... y me da a mí que a eso llaman trabajo por aquí.
En fin, que os dejo con vuestras pajas mentales y vuestros rollos apocalípticos... me he levantado temprano para actualizar 8 de mis 38 blogs y poder dedicar gran parte del domingo para descansar.
Feliz MAD MAX a todos, que ustedes lo disfruten.
( http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/415315-he-visto-venir-y-no-se-que-3.html )
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