Centrarse en lo imprescindible

Hoy me meteré por el cuerpo no menos de cincuenta kilómetros en bicicleta. Parece una miseria, pero solo ahora puedo decir que empiezo a estar medio preparado para no sufrir con 25 km. de subida casi continua. Hoy me toca circular en solitario...

Parece mentira, pero eso me permitirá reflexionar de nuevo sobre la situación actual y el derrotero que esto pueda tomar y decidir, si hubiera nuevos datos, si es necesario un cambio de trayectoria.

Si. Entiendo que semana a semana es poco tiempo para ver resultados, pero los acontecimientos van a una velocidad tal, que es fácil quedarse pillado por una decisión errónea. Hay que tener la suficiente flexibilidad y velocidad como para realizar cambios, de forma inmediata y sin contemplaciones; hasta ahora he podido sortear este desastre de esa forma y no creo que estén los tiempos para pensárselo mas de un par de veces.

He regresado, y pese a haberme metido una buena paliza, no he podido pasar de los cuarenta; una subida tan larga, termina por agotar "al mas pintado" si no se esta bien preparado y esos diez kilómetros de mas, hubieran supuesto una tarde de agotamiento extremo y la posibilidad de que mañana no pudiera salir. Naturalmente he preferido asegurar la salida dominguera, espero que por unos kilómetros similares, pero al ritmo cansino de recuperación...

Edificio administrativo en Tarragona. GOP oficina de proyectos

Por mas vueltas que le doy al asunto nacional, no veo mas salidas de las que he puesto en practica hace ya mas de dos años, y de las que Salvador Niña Pastora, habla de forma clara y contundente en muchas de sus intervenciones: eliminar deudas, trabajar todo "al contado" y centrarse en lo realmente imprescindible,  incluida en la vida personal.

Vienen tiempos de gran dolor

En base a esto he terminado también por medir el consumo eléctrico del modem (fibra óptica), y me he encontrado con un consumo continuo de casi 30 watios hora. Naturalmente es lo único que me quedaba por analizar y, visto el resultado, creo que quedará clausurado, al menos, diez horas al día. El ahorro en el consumo eléctrico será casi simbólico, pero la suma de muchos pequeños consumos, termina por ser un gran consumo. Solo así se puede entender el haberlo bajado en mi vivienda-estudio, en un 66% gracias a esta postura casi extrema, sin bajar un ápice de nuestro nivel de vida o la comodidad u operatividad en nuestro trabajo.

Parece que quieren publicar en Tectónica uno de mis últimos reportajes. Pese a que ya casi exclusivamente estamos realizando trabajos alimenticios (¡y afortunados que somos!), de vez en cuando (la cosa no da para más),  publicar algo serio y en un lugar serio, me llena de alegría...

Desgraciadamente, mis previsiones sobre las publicaciones arquitectónicas en papel, se están cumpliendo minuciosamente y terminarán por permanecer tras la crisis, solo un par o tres de ellas (Tectónica, Arquitectura Viva y El Croquis) más alguna de algún colegio profesional, pero, por internet.

Son tiempos para centrarse en lo necesario e imprescindible y esto es algo que, según parece, ya todo el mundo está intentando llevarlo a la práctica. El problema en estos casos son los empleados. Afortunadamente en esto también acertamos desde hace años: mejor dos trabajos realizados por nosotros con alta calidad y profesionalmente disfrutando, que seis con empleados a los que hay que mantener en cualquier circunstancia antes, incluso, que a las necesidades de uno mismo... 

A algunos de mis compañeros, no ha sido la actual crisis la que les ha llevado a una mala situación; han sido las tremendas indemnizaciones que han tenido que pagar para desprenderse de ellos y poder hacer así mas operativa y viable su actividad profesional. Cierto que otros, ni tan siquiera han podido disponer de capital para poder pagar las indemnizaciones. 

También yo, en un momento determinado, me dirigí hacia el "mal camino", pero, afortunadamente, el consejo de un buen amigo y alguna trastada que nos hizo otro supuesto, nos hizo rectificar en los tiempos en los que era fácil hacerlo.

Y es que "la escala", para casi todo, es tan fundamental como el poder ejercer, profesionalmente, los sueños de cada uno...