Viaje en el tiempo

Me quedé muy corto el viernes pasado al anticipar en éstas páginas un retroceso de treinta años en la riqueza de las familias españolas. Los últimos espeluznantes datos, pueden estar apuntando a cifras cercanas a los cuarenta o cincuenta años:

Algunas de las cifras de la vivienda en España han vuelto a 1960. Aunque parezca imposible, la parálisis del sector de la construcción es tal que ha superado las peores expectativas.....

Pese a que seguir las noticias económicas actuales, supone una buena dosis de depresiones al día, es la única forma de prever la situación anticipadamente y poder poner ahora los remedios que nos puedan ahorrar algunos malos caminos y disgustos en un futuro, que ahora empieza a ser mas corto...

Aunque no me puedo quejar del nivel de reportajes que tengo actualmente, me queda más claro, si cabe, que en un futuro inmediato será difícil vivir de ésta profesión en exclusiva, al menos en España. La casi quiebra de la información en papel y la imposibilidad ya de poder cobrar las cantidades mínimas en concepto de derechos de autor para que este trabajo salga rentable, la imposibilidad del cliente para poder asumir los mencionados gastos y la actitud de muchos jóvenes (y no tan jóvenes)  compañeros inundando el mercado de imágenes gratuitas, hace que tengamos que cambiar de forma mas drástica nuestra forma de trabajar.

Al igual que lo que siempre ha triunfado en la Red ha sido la gratuidad de contenidos, también aquí puede ser conveniente un camino paralelo, difícil de explicar públicamente... Aunque lo realmente importante es que nuestra economía, la de un profesional de la imagen, ha de basarse en la existente en los años 60,  que no es más que a donde parece que caminamos en todo este ámbito arquitectónico; somos tan pobres como en aquellos años y cuanto antes lo asumamos profesionalmente,  antes empezaremos a sacar mínimamente la cabeza.

Y en aquellos años, nadie podía vivir de la imagen de arquitectura en exclusiva. Eran los fotógrafos industriales de calidad, los que solían aventurarse en este campo con resultados, como era de esperar, mas estéticos que arquitectónicos. Particularmente yo, no tengo intención de meterme en campos que no domino como resulta ser la fotografía industrial y por ello he de aplicarme en otras salidas paralelas
que puedan compensar las carencias de la imagen arquitectónica y asi poder seguir dedicándome a lo que, durante casi cuarenta años, ha sido mi devoción...

Analizando a posteriori lo que ya avancé hace cuatro años, me encuentro que en una buena parte de aquella situación transitoria (..."en un primer momento"...) ya se ha cumplido y por ello, algunos clientes importantes que parecían haberse "mudado" de fotógrafo, están regresando ahora con la certeza de que en esta casa siempre se han hecho las cosas con responsabilidad de fotógrafo de arquitectura "productor" y jamás como aportunistas. 

Decía por aquel entonces:

" ¿Como afectará esto al fotógrafo de arquitectura?
Pues de igual manera, con la Red y las cámaras digitales, el fotógrafo "coyuntural" de arquitectura estará abocado al fracaso y al paro....
Pero el problema aquí, es de mas difícil predicción ya que el cliente, no tiene muy claro (así lo entiendo yo) cual es un fotógrafo productivo, o cual es coyuntural (asemejándolo a lo de "intermediario")....

Yo, si tengo muy claro que el fotógrafo de arquitectura "productivo" (con valor añadido de productor intelectual de imágenes de arquitectura) en una segunda etapa, es el único que permanecerá pero, en esta primera, la niebla de los bajos precios cegará, de forma absolutamente indiscutible, a la mayoría de clientes... "

En la segunda fase, que ahora parece comenzar, tenderán a desaparecer completamente este tipo de fotógrafos oportunistas amantes del espectáculo estético de los "fantasmas", los azulones nocturnos  y los atardeceres facilones.... Síntoma inequívoco de ello, es el regreso a mi cartera de muchos de mis mas conocidos  y reconocidos clientes..