Mi familia afirma que estoy absolutamente estresado, y no les falta razón. Los preparativos para la nueva etapa, que ha de durar al menos para los diez próximos años (los que yo calculo que desgraciadamente durará la crisis supina en la contrucción nacional), son absolutamente estresantes si además han de ser realizados atendiendo al trabajo diario. Por ello, en el peor momento que no es otro que el comienzo de la obra, tendremos que cerrar "el quiosco" unos días para poder controlar un poco de lo que hacen con nuestra futura, humilde y acotada casa-estudio...
Y es que nuestros obreros sufren una transformación en cuanto agarran la maza. Gentes que en su estado normal son agradables y de lo mas normales, se llegan a transformar en auténticos "tanques del destrozo" en cuando "se chutan" con la maza. Es algo que nunca he entendido, pero se les va completamente el sentido, la imaginación e incluso en apariencia la inteligencia. En esta situación, una sencillísima obra como la que acometeremos, se transforma en algo complejo y difícil de entender...¡Es absolutamente sorprendente!.
Lo estoy pasando mal con tanto estrés, absolutamente contrario a mis formas de ser y trabajar. Solo me anima que la cosa ya no puede aumentar más y que, a partir de ahora, ira poco a poco desapareciendo... Con todo y eso, tendré que trasportar parte de mi instrumental de trabajo a mi propia vivienda ya que el otro, el que se quede en el estudio, estará absolutamente sellado contra el polvo y por eso también inutilizado para el trabajo. Será una situación provisional que aunque durará poco, será difícil de lidiar. ¡Menudo "toro" tendremos delante!
Y es que nuestros obreros sufren una transformación en cuanto agarran la maza. Gentes que en su estado normal son agradables y de lo mas normales, se llegan a transformar en auténticos "tanques del destrozo" en cuando "se chutan" con la maza. Es algo que nunca he entendido, pero se les va completamente el sentido, la imaginación e incluso en apariencia la inteligencia. En esta situación, una sencillísima obra como la que acometeremos, se transforma en algo complejo y difícil de entender...¡Es absolutamente sorprendente!.
Lo estoy pasando mal con tanto estrés, absolutamente contrario a mis formas de ser y trabajar. Solo me anima que la cosa ya no puede aumentar más y que, a partir de ahora, ira poco a poco desapareciendo... Con todo y eso, tendré que trasportar parte de mi instrumental de trabajo a mi propia vivienda ya que el otro, el que se quede en el estudio, estará absolutamente sellado contra el polvo y por eso también inutilizado para el trabajo. Será una situación provisional que aunque durará poco, será difícil de lidiar. ¡Menudo "toro" tendremos delante!
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