He montado un taller en una de las habitaciones, en la que restauro algunas de las puertas que hace unos años no tuve tiempo de restaurar...En todas las obras de reforma sucede lo mismo: el constructor, con la obra, siempre pretende quitarle el carácter propio de esa arquitectura, intentando uniformar todo. Así su tendencia a igualar techos, suelos, poner puertas y carpinterías de ventanas nuevas.... Y yo "erre que erre", tirando hacia lo contrario...Y en cuanto me despisto, algo del carácter original ha desaparecido...Y yo ordeno tirar todo y restaurar lo que había, ¡a ver quien se cansa antes!.
Y aunque resulte sorprendente, nadie te restaura una puerta con calidad y a precio razonable. Por esta razón, o lo hace uno mismo, o terminas con la cutre y hortera puerta "moderna" de Alcampo o Leroy Merlin.
Y aunque estas cosas puedan parecer nimias en una micro reforma, a mi me gusta vivir con la historia del lugar perfectamente presente; eso me da argumentos y fuerzas para crear las mías propias...
En su momento restauré el entarimado original. Fue una tremenda lucha que finalmente gané contra los partidarios del parquet y la cola. También lo fue en favor del cemento y los travesaños de madera de toda la vida, contra un puzzle de madera montado con cuñas y no se cuantas historias más para, en teoría, hacer lo mismo pero con mucha peor calidad de funcionamiento...
Y aunque resulte sorprendente, nadie te restaura una puerta con calidad y a precio razonable. Por esta razón, o lo hace uno mismo, o terminas con la cutre y hortera puerta "moderna" de Alcampo o Leroy Merlin.
Y aunque estas cosas puedan parecer nimias en una micro reforma, a mi me gusta vivir con la historia del lugar perfectamente presente; eso me da argumentos y fuerzas para crear las mías propias...
En su momento restauré el entarimado original. Fue una tremenda lucha que finalmente gané contra los partidarios del parquet y la cola. También lo fue en favor del cemento y los travesaños de madera de toda la vida, contra un puzzle de madera montado con cuñas y no se cuantas historias más para, en teoría, hacer lo mismo pero con mucha peor calidad de funcionamiento...
Ha sido una lucha cansina pero finalmente he conseguido resaltar las cuatro cosas que quería se apreciaran: la historia de la vivienda, por la presencia de los elementos que la componen desde su construcción, hasta ésta última reforma. De esta manera, también yo estare integrado en ella y formare parte, en igual condición, de la historia de esa arquitectura
En esta laxitud de mañana navideña sureña, me he dejado llevar por la red. Curioso,pero he acabado en tu blog.Primero mandarte un fuerte abrazo despues de tantos años y segundo, ademas de darte animos para acometer las reformas, decirte que has logrado la mejor de mis sonrisas:te reconozco igual.....no has cambiado ni un apice ¡¡¡genial¡¡¡. Cristina Ramirez
ResponderEliminarMi querida amiga Cristina: no se lo que este diario será de cara a la galería, pero te puedo asegurar que es real dentro de las experiencias personales relatables en público y que tengan relacion con mi actividad profesional; el caso es que no diferencio demasiado entre lo profesional y lo personal...; tampoco en eso he cambiado un ápice...
ResponderEliminarMándame tu correo
Besos
javier