La lluvia no existe

Resulta ya sorprendente el "malísimo" tiempo (para mí, resulta magnífico...) que está haciendo a lo largo de este mes de julio (al menos en el norte). Ello me confirma mucho más, mis previsiones sobre el cambio climático: el verano, en España, se transformará en "la época de lluvias", a la manera que sucede en los países caribeños...

"La marabunta", está teniendo un puente pasado por agua y realmente fresco mas propio del otoño, que de la parte central del verano; tradicionalmente, el mes de julio, siempre ha sido el mas caluroso del año pero, desde hace algunos pocos, llueve mucho más que antes...

Lo único que extraño con este mal tiempo, son mis excursiones en bicicleta. Pero,  si el circular en ella entre el gran movimiento de vehículos del verano ya resulta peligroso, con mal tiempo, la cosa se multiplica de forma importante.  Por ello, el tiempo que estamos dedicando en casa, es mucho más amplio de lo normal en estas fechas, mas proclives a las excursiones y cortos viajes; naturalmente,  yo sigo trabajando en algunos de mis reportajes inacabados (suelo tener siempre un par de ellos a la espera).

La lluvia no existe  si no  escucho caer sus gotas en el alfeizar de mi ventana, sonar bajo las ruedas de los coches al pasar,  o  en la noche observar sus movimientos a través de las farolas...
Estos pequeños gestos en su lectura son lo que definen una arquitectura en la suya; es lo que contienen cada una de mis imágenes; sin estridencias ni ruidos; en silencio y bajo la piel ...

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continuará a lo largo del día