Para nosotros ha sido una época horrorosa que, afortunadamente, ha terminado: ya podemos abrir las ventanas de la vivienda y pasamos a ventilar normalmente. Desde el mes de Junio, esto no lo hemos podido hacer y ha sido un verdadero martirio el aguantar el calor interior (33ºC) día y noche, sin posibilidad de marcharnos a ningún otro lugar (cuando avisaron que empezaba la obra, fue de improviso y ya no podíamos alquilar nada salvo en el sur, por ser temporada alta y estar todo ocupado).
Había colocado un filtro HEPA en la ventana de la cocina, para poder ventilar por el aire acondicionado transportable de una habitación, que succionaba el aire desde el exterior a través de este filtro. Me parecía que ese filtro era insuficiente para lo que hubiéramos necesitado pero, tras desmontarlo y ver la porquería tan tremenda que salió de él con dos meses y medio de uso, solo en el trayecto de la ventana a la bolsa de basura, comprendí que había hecho un buen trabajo a lo largo de estos meses; nos ha librado de una buena cantidad de partículas tóxicas de la "Uralita" (fibrocemento) de la obra del patio de manzana. Ha funcionado de manera sobresaliente aunque con otro más instalado en otra ventana, hubiera sido mejor.
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Condiciones habituales de mi vivienda en verano, gracias a la refrigeración por agua que proporciona el Convair. Fuera hay 36ºC y 10% de humedad... |
Por lo tanto, ya superada con mucho dolor esta situación, empieza una nueva época de "lo habitual" que tanto hemos deseado durante estos meses. Una de las cosas que empezare rápidamente, son los arreglos que faltaban de la vivienda y que con semejante calor nos ha sido imposible acometer; ahora entiendo perfectamente los comportamientos mucho mas relajados de nuestros compatriotas del sur. Con ese calor, tanto yo como mi mujer, casi no podíamos hacer nada salvo pasarnos el día tirados.
La ausencia de humedad en la vivienda como consecuencia de no poder utilizar los Convair, también me ha producido inconvenientes a mi salud (asma alérgico) que ahora tendré que recuperar lo antes posible. Acostumbrado a un 65% de humedad intencionada en casa, o natural en Galicia, el pasar a un 10-15% añadido al polvo habitual de la ciudad, ha supuesto un buen palo para mis pulmones que, sin llegar a ser una enfermedad crónica, si lo noto, especialmente por las noches. La solución a tomar de forma inmediata, no es otra que subirla hasta el 65% aunque de momento solo pueda ser posible por las noches, para evitar el polvo diurno de la obra. En poco nos marcharemos a Galicia y seguiré mi recuperación de forma natural. Sea bienvenida de nuevo la rutina...
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