Ha llegado el otoño. Ha llegado el tiempo de los rojos, ocres y amarillos
Nos fuimos unos kilómetros por el carril bici de Colmenar y llegamos a pasar un frío de narices, pese a que íbamos mas o menos abrigados. Y es que eso ya es sinónimo de los primeros días del otoño.
Y con los primeros frescos del otoño (en este caso, por no llamarlos fríos) ya son evidentes los primeros colores que se dan en el paisaje. Porque en el paisaje también funciona la rueda del color: del amarillo hiriente del verano, se pasa al otoño de los amarillos ocres y rojos; al final del invierno azules rabiosos de cielos o blanquecimos de fríos polares. De nuevo se cierra el ciclo, con los verdes claros primaverales, que se transforman en oscuros al comienzo del verano.
Todo parece girar en la naturaleza, en la que se suceden estaciones o ciclos cual corrección fotográfica interminable del color...
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