Tengo muy malos recuerdos de la profesión, hasta que nació la fotografía digital, nos volvimos autosuficiéntes y nos olvidamos de los laboratorios fotográficos profesionales colaboradores. Eran absolutamente imprescindibles para un trabajo de reportaje masivo, como el que yo realizo… ¡Y las discusiones y disgustos eran casi a diario!
Supuestamente en Madrid, estaban los mejores del estado, pero tal era el nivel de chapuzas que habitualmente te entregaban (todos) que , cuando todavía he de utilizar alguno, se me revuelven las tripas. Solo el verles las caras de nuevo; las caras de los mismos que nos martirizaban casi a diario con trabajos con calidad ínfima y que había que repetir casi continuamente, me pongo enfermo
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Diapositivas realizadas en la misma sesión, que un día salían reveladas con dominantes rojizas y la tanda entregada al día siguiente (o dos horas después), se procesaban tras el procesado en colores cianoso-verdosos.. ¡Y siempre, según pretendían hacer creer, era la culpa del fotógrafo!. No lo puedo remediar: estoy predispuesto a discutir con ellos de nuevo, solo con verles sus mismas caras; sus pintas de técnicos de cartón…(me recordaban a los antiguos técnicos en los talleres de Seat, con sus batas blancas impecables; todo teatro…)
Dos fotografíás exactamente iguales (cuñas personales de control), reveladas con dos horas de diferencia en uno de los laboratorios fotográficos mas afamados de Madrid de los años 90 |
¿Y que decir en verano? ¿Qué decir de las chapuzas de revelados de E-6 con los calores madrileños? Y por mucho que le explicabas al cliente que había que esperar a revelar a determinados días (todo el trabajo al unísono) y no en varios días o tandas, para poder conseguir un color decente, no terminaban de creerte; finalmente te ponían enfrentado también a tu propio cliente, que no terminaba de entenderlo y pensaba que tu le estabas engañando. Para aquellos que buscábamos la calidad, ademas de carísima, esta postura, para ellos "graciosa", nos termino por agotar y acabar enfrentado con casi todo el mundo...
El nacimiento del DOUSCAN de Agfa, hizo el milagro de librarme de la entrega de diapositivas y duplicados, pudiendo corregir en digital las chapuzas del laboratorio y aumentando con ello, la calidad de mis imágenes. Fue una buena ganancia en salud y, lógicamente, la calidad aumento tremendamente (Pese a que cuando se generalizo su uso, los revelados originales en dispositiva llegaron hasta calidades ínfimas; cuantos menos clientes tenían, mas chapuzas hacían para rentabilizar el procesado E-6. Por ello los fotógrafos huían de los, hasta ese momento, imprescindibles laboratorios, como de la peste )
El alumbramiento de la fotografia digital con calidad y asequible (Canon 5D), hizo el milagro de poder librarnos definitivamente de estos chapuzas. ¡Las tenía yo muy felices con no volverles a ver la cara!
Pero no, pese a haberlo intentado por todos los medios, las exposiciones con grandes ampliaciones, sigue haciéndolas los mismos…
Y ahora me toca encargar unos trabajos de grandes tamaños escaseados en escáner de tambor. Y de nuevo me están doliendo las tripas nada mas pensar que tengo que brear con ellos; ya no tengo edad para eso…
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