La fotografía de arquitectura es una actividad que pocos fotógrafos conocen en profundidad y, por lo tanto, también muy pocos entienden de su desarrollo y circunstancias…
En infinidad de ocasiones, algunos de los compañeros que se dedican a otras especialidades, al verme trabajar o conocer que trabajo siempre con un ayudante, creen que se trata de una postura de comodidad o de imagen; nada mas alejado de la situación real: el ayudante, en esta especialidad, es imprescindible para poder conseguir calidad controlada de la imagen de arquitectura.
La razón en bien fácil de entender: ¿como colocar, una por una y según una determinada estética ideada por el fotógrafo, cada persiana de un edificio si éste está junto a la cámara y a 100 metros del edificio? ¿Como cambiar de posición de determinados personajes en un estadio olímpico, si estoy alejados de ellos mas de 150m?
El ayudante es absolutamente imprescindible para poder controlar la composición de la imagen y distribuir todos aquellos elementos movibles que intervienen o son de esa arquitectura y que no están al alcance del fotógrafo. Claro que algunos compañeros no realizan esta fundamental labor, dejándosela a la suerte o a la buena voluntad del Jefe de la Obra que se lo "dejará preparado todo", según su propio criterio (el del Jefe de la Obra), el día anterior y que finalmente empieza a hacerlo el día que nosotros tendríamos que trabajar... Creo que, solo con este ejemplo, queda claro que si se desea entregar un trabajo de calidad y controlado en todos y cada uno de los elementos de la arquitectura, este trabajo se ha de realizar, siempre y como mínimo, entre dos personas.
Otra de las labores que yo encomiendo siempre al ayudante, es complementar mi visión y mi atención, para aumentar al máximo la seguridad contra hurtos, robos o, incluso, la propia seguridad con el trafico rodado o similar.
No es suficiente con vestirse con prendas reflectantes cuando se ha de trabajar en medio de la vía pública.
El ayudante es imprescindible para avisar a los vehículos que, por ejemplo, tras la curva se van a encontrar al fotógrafo en medio de la vía trabajando y que, por esta razón, han de disminuir la velocidad; imprescindible para controlar a la gente "estática", tras el fotógrafo, observando su comportamiento para prevenir cualquier robo o sustracción, solos o en pandilla, del equipo fotográfico o parte de él.
Resulta imprescindible para montar el equipo y desmontarlo a la máxima velocidad posible, pues esto es sinónimo de seguridad en algunos ambientes. En algunas ocasiones de los que son altamente peligrosos, un reportaje se realiza a base de hacer solo una foto diaria a distintas horas (según la estética de la arquitectura) hasta conformar el reportaje completo. Se aparece en el lugar rápidamente, se monta todo muy rápido, se dispara una sola imagen ya estudiada previamente, se desmonta también muy rápido, y uno desaparece de la escena; todo ello en menos de un minuto…. Los amigos de lo ajeno, no tienen tiempo de avisarse, ni organizarse...¿Podría hacerse esto con una SINAR de 50 kgr, si el fotógrafo trabajara solo?
Por lo tanto, el ayudante es imprescindible, por la seguridad extra que su capacidad de observación del entorno será capaz de aportar, mientras el fotógrafo se concentra completamente en su trabajo.
- La seguridad, en el estudio y en el trabajo (1). Cerraduras y alarmas sencillas de viaje
- La seguridad, en el estudio y en el trabajo (2). El imprescindible ayudante
- La seguridad, en el estudio y en el trabajo (3). Puertas y cerraduras
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