sábado, 10 de enero de 2015

- La seguridad, en el estudio y en el trabajo (2). El imprescindible ayudante

La fotografía de arquitectura es una actividad que pocos fotógrafos conocen en profundidad y, por lo tanto, también muy pocos entienden de su desarrollo y circunstancias…

En infinidad de ocasiones, algunos de los compañeros que se dedican a otras especialidades, al verme trabajar o conocer que trabajo siempre con un ayudante, creen que se trata de una postura de comodidad o de imagen; nada mas alejado de la situación real: el ayudante, en esta especialidad, es imprescindible para poder conseguir calidad controlada de la imagen de arquitectura.

La razón en bien fácil de entender: ¿como colocar, una por una y según una determinada estética ideada por el fotógrafo, cada persiana de un edificio si éste  está junto a la cámara y a 100 metros del edificio? ¿Como cambiar de posición de determinados personajes en un estadio olímpico, si estoy alejados de ellos mas de 150m?
La labor del un ayudante de fotógrafo de arquitectura, además de las labores propias del trabajo de estudio, en la toma de campo exterior ha de ocuparse de la seguridad del fotógrafo y del material de trabajo. Desde el ayudar en las labores propias de infraestructura, hasta ocuparse del control de todo cuanto le rodea; son los ojos traseros del fotógrafo y un  personaje imprescindible para evitar robos y otros problemas de importancia, que se solucionan casi al 100% con la prevención.

El ayudante es absolutamente imprescindible para poder controlar la composición de la imagen y distribuir todos aquellos elementos movibles que intervienen o son de esa arquitectura y que no están al alcance del fotógrafo. Claro que algunos compañeros no realizan esta fundamental labor, dejándosela a la suerte o a la buena voluntad del Jefe de la Obra que se lo "dejará preparado todo", según su propio criterio (el del Jefe de la Obra), el día anterior y que finalmente  empieza a hacerlo el día que nosotros tendríamos que trabajar... Creo que, solo con este ejemplo, queda claro que si se desea entregar un trabajo de calidad y controlado en todos y cada uno de los elementos de la arquitectura, este trabajo se ha de realizar, siempre y como mínimo, entre dos personas.
Es dificil impedir que determinados personajes salgan en la foto; mucha gente quiere salir en las fotos ajenas (creo que los programas basura de la TV,  tienen mucho que ver son esto). Un ayudante se ocupa de que esto, no suceda de forma descontrolada

Otra de las labores que yo encomiendo siempre al ayudante, es complementar mi visión y mi atención, para aumentar al máximo la seguridad contra hurtos, robos o, incluso, la propia seguridad con el trafico rodado o similar.  

No es suficiente con vestirse con prendas reflectantes cuando se ha de trabajar en medio de la vía pública.

Solo en el momento de realizar la imagen, se descubren elementos que han de ser corregidos según la visión del fotógrafo, que no la del Jefe de Obra. Es labor del ayudante solucionarlos según nuestro criterio, mientras el fotógrafo prepara la imagen


El ayudante es imprescindible para avisar a los vehículos que, por ejemplo, tras la curva se van a encontrar al fotógrafo en medio de la vía trabajando y que, por esta razón, han de disminuir la velocidad; imprescindible para controlar a la gente "estática", tras el fotógrafo, observando su comportamiento para prevenir cualquier robo o sustracción, solos o en pandilla,  del equipo fotográfico o parte de él.
Esta imagen final, hubiera sido económica y físicamente imposible de realizar, sin la labor del ayudante. Tal y como uno no se imagina, para hacerlo en solitario, se hubieran necesitado varias jornadas. Téngase en cuenta que la imagen de arquitectura es menos estática de lo que parece y, tras esta jornada, posiblemente nunca mas se hubiera podido realizar esta imagen en esas condiciones optimas; tal es la capacidad del "bicho" para realizar cambios importantes en el proyecto original y sin previo aviso. Como afirmaba un conocido, la fotografía de arquitectura es el !aquí te pillo, aquí te mato! pues, de otra manera, es muy difícil ejercerla con calidad...


Resulta imprescindible para montar el equipo y desmontarlo a la máxima velocidad posible, pues esto es sinónimo de seguridad en algunos ambientes. En algunas ocasiones de los que son altamente peligrosos, un reportaje se realiza a base de hacer solo una foto diaria a distintas horas (según la estética de la arquitectura) hasta conformar el reportaje completo. Se aparece en el lugar rápidamente, se monta todo muy rápido, se dispara una sola imagen ya estudiada previamente, se desmonta también muy rápido, y uno desaparece de la escena; todo ello en menos de un minuto…. Los amigos de lo ajeno, no tienen tiempo de avisarse, ni organizarse...¿Podría hacerse esto con una SINAR de 50 kgr, si el fotógrafo trabajara solo?

Por lo tanto, el ayudante es imprescindible, por la seguridad extra que su capacidad de observación del entorno será capaz de aportar, mientras el fotógrafo se concentra completamente en su trabajo.


La seguridad, en el estudio y en el trabajo (1).  Cerraduras y alarmas sencillas de viaje

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