Menos mal que existe internet

Menos mal que existe internet, pues de otra manera no nos enteraríamos de casi nada. Los que no somos experto en economía no tendríamos otra forma de ver lo que se nos viene encima que la intuición y nuestra experiencia personal y eso, podría llegar a ser peligroso por absolutamente parcial, aunque, en este caso, coincide con la información que difunden los expertos no vinculados al poder: estamos sometidos al mayor engaño económico de la historia de España

Para escuchar, pegar en la dirección del navegador la dirección:
http://www.cesarvidal.com/index.php/Podcast/escuchar-podcast/la_economia_que_se_fue_13_1_15

Y la gente corriente, aquella buena gente que no puede entender que su propio Gobierno le pueda estar engañando haciendo con ello que su futuro casi inmediato corra todo el peligro del mundo, están siendo engañados de nuevo lanzándose al desaforado consumo (dentro de las posibilidades actuales) en base a la recuperación que supuestamente afirma nuestro Gobierno. 

No sé que va a pasar tras las alecciones aunque posiblemente estén pensando lo mismo que Gobiernos anteriores: el nuevo que venga, que arrée con ello y lo solucione como pueda…

Pero el ciudadano no puede decir ahora, que no estaba informado. El que ahora no tiene información real (o al menos sospechas muy claras) es porque no quiere. Hay suficientes medios independientes del poder y , gracias a internet, con similar difusión que aquellos, como para poder tenerla.

Por nuestra parte, seguimos postrados en el "enrocamiento" total y completo. Seguimos aislados de lo que está sucediendo en espera de que lleguen tiempos mejores para poder ejercer de forma seria (si llagan, que está por ver). 

Investigamos y nos informamos mucho, realizamos, con todo el cariño, los pocos trabajos que nos llegan, ampliamos horizontes económicos con otras actividades paralelas, subsistimos en base a una política de gastos mínimos (el "va a consumir su puta madre" o el "va a emprender su puta madre" los hemos adoptado cual bíblia de cabecera). 

Procuramos defendernos de lo que nos rodea de la mejor manera posible e informar a nuestros amigos y conocidos, para que ellos también se puedan defender, aunque no creo que consigamos grandes cosas ¡es tan potente la publicidad!.  Al menos no creo que ninguno de nuestro entorno, pueda afirmar que nadie les había informado de semejante engaño; sería una cuestión, el no hacerlo, de una gran cargo de conciencia.