Cinco de la mañana y los ojos como "platos"; ya no hay manera de dormir de seguido... El tener que levantarme a las seis de la mañana acostándome a horas intempestivas, hace que sean imprescindibles las siestas y esto, finalmente, me monta un lío de horarios difíciles de desenredar...
Y se pasa mal cuando se ha de hacer trabajo de campo durante 14 horas seguidas y así poder seleccionar todas las luces posibles a lo largo de una jornada. A eso de las tres de la tarde me entra una "depre" que tengo que inundarla de café y CocaCola de forma masiva, lo cual me impide también conciliar el sueño nocturno de forma continua ¡un lío!
Y mañana (realmente dentro ya de un par de horas) me esperan para hacerme unos kilómetros en bicicleta. Si no fuera porque he quedado, me metería en la cama una buena parte de la mañana. Pero he de recuperar por todos los medios la rutina ciclista pues ya me encuentro físicamente torpe en el trabajo; han sido dos años de absoluto abandono en ese sentido...El único problema es que cuesta un montón conseguirlo, especialmente sabiendo que no puedo tener un horario fijo de forma continua; la rutina es la única forma de hacerlo mas fácil; ¡ya tengo la experiencia de bajar 20 kgr en unos cuantos meses y he de poder repetirlo!
La fotografía de arquitectura obliga a tener una buena preparación física pues, de otra manera, te impide realizar imágenes en las que hay que poner mucho esfuerzo físico para conseguirlas; la preparación física también ayuda mucho a trabajar 16 horas seguidas en busca de la mejor luz. Y cuando empiezas a notar la vaguería y el cansancio de no esperar una hora más para poden encontrar ¡esa luz especial!, es que algo empieza a funcionar mal en tu cuerpo; tu preparación física no es la adecuada. En este momento, la mía es penosa...
Y lo malo es que esa falta de preparación física que ya me impide trabajar 16 horas seguidas, es que me obliga a separar el esfuerzo en tres días, lo que me hace que los costos se multipliquen y se dé el peligro de no poder encontrar aquella luz que se dio en el primer día (desgraciadamente, sucede casi siempre). La foto de arquitectura, en ese sentido, ha de ser el "aquí te pillo, aquí te mato" de otra manera se suelen perder muchas oportunidades...
Ánimo, Javier.
ResponderEliminarEl que tuvo, retuvo...