La calidad y la calibración necesaria

Tras el regreso a Madrid, parece que se acumula el trabajo de procesado ya que finalmente y de forma definitiva, abandonamos el trabajo de menos calidad y seguimos con el que siempre nos ha caracterizado: perfiles Adobe RGB, con procesados idóneos para la impresión offset...

Y es que lo que ahora parecen hacer casi todos mis compañeros, es trabajar con el inferior perfil en capacidad tonal sRGB (estándar para la Red) y sin una mínima prueba de impresión offset. Naturalmente es mucho mas rápido y barato pero,  en ningún caso puede contener la misma calidad de información: no hay nadie que regale duros a precio de pesetas, aunque algunos clientes siguen creyendo en la existencia de esos milagros...

Estas pequeñas "estafas" técnicas, solo se pueden dar en los campos en los que el cliente no tiene una mínima preparación técnica sobre lo que esta demandando y pagando. Y esto es siempre un terreno abonado para la trampa

Cierto es que no creo que estos profesionales de la imagen pretendan estafar a nadie; simplemente muchos de ellos tampoco conocen demasiado el asunto, creándose una cadena de despropósitos que finalmente parece apuntar, sorprendente,  a que el tramposo parece ser el que trabaja bien...

Calibrador de la cámara del Curiosity, enviado a Marte. También en la imagen de arquitectura, sin una mínima calibración de las cámaras (perfil Adobe RGB, sRGB etc) y del monitor del visionado, no es posible una reproducción correcta y mucho menos equipararla con una impresión offset

Y sobre esto suele ser típico el cliente nuevo que protesta por la falta de calidad de las imágenes al ser visionadas en su monitor (naturalmente utilizado sin un mínimo de calibración). Desconocen que para un uso profesional (con un respeto al color original, como ha de ser nuestro caso) un monitor ha de calibrarse y que sin este requisito, un archivo con perfil Adobe RGB (con máxima calidad tonal y de color y por ello con el que debe trabajarse la arquitectura) puede presentarse con apariencia de baja calidad (colores impropios o de baja calidad, con rojos excesivamente saturados, azules y cielos con dominantes magéntas etc).

Resulta un trabajo considerable el buscar colores, en la imagen a entregar,  que sean compatibles con la impresión offset,  pero no solo con la posibilidad de que entren en la gama que es posible reproducir (cosa ésta importante) en CMYK, sino que ademas sea compatible con la cantidad total de tinta a aplicar en la impresión y con la ganancia de punto normalizada para las impresiones mas habituales (incluidas las de arte).

Esto que parece mas propio de una fotomecánica, resulta importantísimo para lograr la máxima calidad ya desde la imagen entregada, sin necesidad de ajustes adicionales que lo único que consiguen es bajar la calidad final de ésta.

Con esa mínima calibración, los archivos han de visualizarse con precisión y, en nuestro caso, con idóneo aspecto al que aparecerá en una impresión offset al ser publicados por cualquier revista especializada

Naturalmente esto no sucederé con una imagen con perfil sRGB ya que, pese a que pueda visionarse aceptablemente en un monitor con poca o nula calibración (está especialmente creado para la Red ), suelen ser un auténtico desastre impreso en papel. También es típico en estos casos el echar la culpa "a la imprenta" cuando el único culpable suele ser el fotógrafo.

Es cierto que pueden adaptarse imágenes realizadas con uno u otro perfil para uno u otro uso, pero también lo es que el cliente no suele tener una mínima preparación para hacerlo...

Trabajar con calidad la imagen de arquitectura, supone hacerlo con perfiles Adobe RGB y entregar, junto a la imagen digital, una prueba de impresión offset, al menos a tamaño DIN A4;  naturalmente esto, ahora,  no lo hace casi nadie...; supone un trabajo silencioso extra muy importante,  que ha de realizar  el fotógrafo...