No soy el único...

Me he llevado una gran alegría al escuchar a Alberto Recarte, su análisis sobre la situación económica nacional: parece que hemos tocado fondo... 

Es decir, que la sensación que yo noto al ejercer mi profesión parece cierta, según los datos que este analista presenta y que la inmensa mayoría de sus compañeros obvia. Y es evidente que en esto, según parece, las mayorías no suelen llevar la razón...( y así se demostró con la predicción, absolutamente racional, que él hizo sobre la grave crisis que teníamos delante, cuando todos los demás analistas se mofaban de ello o casi ni lo mencionaban ...)

Aunque hasta el momento (toquemos madera) a mi no me ha ido demasiado mal gracias, he de reconocerlo, a haber atendido seriamente a las advertencias de este hombre y a haber podido tener medios para ser suficientemente previsor, me alegro especialmente por muchos de mis amigos arquitectos (antiguos compañeros de carrera) que ahora se encuentran en una situación que nunca nadie pudo llegar a imaginar; no se puede actuar según las informaciones que entregan los políticos, los partidos españoles o los organismos dependientes de ellos a los que hasta ahora han manipulado a su antojo

¿Y que pasa del rescate? Pues que, desgraciadamente, me da la sensación que están pudiendo evitarlo y, con ello desaparece la única manera de que este país se pueda convertir en un país con una estructura administrativa, política, estatal y autonómica, mucho mas moderna. Veremos que es lo que pasa finalmente...


Y aunque hoy, fiesta nacional, no haremos nada especial, el fin de semana pasado sí nos comimos una buena paella con algunos amigos en Valdilecha (suele "caer" alguna al año).  Paella ésta, con un ingrediente que se descubrió por casualidad y que particularmente yo pienso añadir siempre en este maravilloso guiso: el azucar.  ¡Hay que homenajear a su inventora!

Im-presionante paella, al azucar...

El del centro, pretende ir de incógnito, pero es el auténtico...
Junto a él,  la inventora de la pócima mágica 

Tras la comilona, un buen paseo ¡Uf! ¡Como corren!

Entre tanta paella valenciana,  algunos pretender ponerse torcidos como las fallas.  ¡Que imaginación!

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