Es inevitable y siempre nos sucede lo mismo: al regresar a Galicia de nuevo llegamos a la conclusión que esa es nuestra casa...
Y tras llegar a ese sentimiento, ya olvidado del anterior viaje, decidimos poner en marcha una pequeña finca que disponemos en un paraje absolutamente virgen, por si en algún momento podemos trasladarnos y hacer nuestra segunda vivienda en aquella "isla". Porque, no hay ninguna duda, Galicia es una "isla" en casi todos los sentidos y poder disfrutarla es un auténtico lujo...
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Una amiga nos suele acoger en su maravillosa vivienda del poblado minero de Fontao |
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Panorámica de 180º realizada con un iPhone. Tras desbrozar el terreno hace unos pocos meses y así poder estudiar sus posibilidades, hemos decidido aplicar para todo lo que necesitemos (incluida la futura vivienda), exclusivamente, soluciones alternativas.... Examinando el terreno a conciencia, hemos descubierto entre la maleza que tenemos un manantial. Un auténtico manantial de lluvia consistente en la recolectada de la carretera (mas bien camino asfaltado) y la falda del monte trasero; hay un aliviador de la cuneta que desemboca en nuestro terreno. Siendo una zona casi absolutamente deshabitada, estoy convencido que esa agua es mas pura que muchas de las obtenidos por pozos artesanos donde suelen estar contaminadas en mayor o menos medida como consecuencia de las explotaciones ganaderas de las casas de campo situadas incluso a varios kilómetros de distancia...
Y lo mas importante para un terreno que pretende ser autosuficiente y alternatívo, es el agua. Con la sola construcción de una alberca (idealmente ha de ser subterránea) es fácil disponer de agua para todo el año |
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