Vivian Maier (2)

Y es que yo no concibo entender una actividad profesional o personal, sin conocer una actividad íntima; lo primero tiene su reflejo en lo segundo y lo segundo tiene una influencia decisiva en lo primero.

Parece evidente que Vivian, era un supuesto "desastre" para sus cosas, aunque cuidadosa para sus labores profesionales (cuidadora y posiblemente educadora de niños).

Como fotógrafa, también era muy descuidada ya que no era eso lo que realmente le interesaba y su formación era más producto del prueba y error, que de ningún tipo de formación; es la vida que la rodea lo que ella quiere atrapar (y ella dentro), sin saber muy bien el cómo hacerlo.

La evidente falta de preparación técnica, se comprueba en las grandes diferencias de densidad de sus negativos: pese a disponer de un fotómetro básico y su cámara Rollei, en la práctica, no sabía utilizarlo; simplemente metía los datos que aquel le ofrecía. Naturalmente esta forma de actuar echaba a perder cualquier imagen ligeramente difícil de captar. Pero esa falta de preparación, también le daba una libertad difícil de lograr con aquella; Vivian, hubiera sido feliz con la imagen digital actual y su gran capacidad de captar todo cuanto veas, casi sin saber practicamente nada.(*)

Algunas nociones básicas debió aprender, más por imitación que por estudio, como se puede apreciar en sus negativos y en su forma de trabajarlos. Con todo y eso, esa forma le funcionaba a ella y era suficiente para lo que perseguía. Pero es muy importante percatarse de su falta de formación técnica y, probablemente también estética (referida a la estética imperante en el mundo de la fotografía).

Mi caso fué bien distinto: hube de prepararme técnicamente para poder transformarlo en una profesión.  Y esa preparación, me ha impedido llegar a las cotas que ella ha llegado, pese a toda la preparación del mundo (tanto estética como artística y técnica), y todos los avances técnicos que he tenido a mi disposición y que ella no tuvo. Según he ido avanzando profesionalmente en mi trabajo, ha ido subiendo mi prestigio profesional, pero fué cayendo mi creatividad hasta niveles que casi no he podido controlar.

Uno de sus muchos autorretratos. Este realizado en 1953. En él podemos apreciar varias cosas: 1.- Trabajaba con una Rollei binocular que, por capricho, utilizaba a nivel bajo y no el del nivel del segundo visor ocular. Esto es muy importante tenerlo en cuenta ya que la percepción de la realidad, cambia completamente: ves la imagen a través de un "televisor" que entrega una imagen simétrica a la real, lo cual te aleja de ella; el haber utilizado el visor a nivel del ojo, hubiera sido incorporarte a la realidad y no ser un mero espectador. Ella se siente siempre más cómoda con la primera posibilidad. 2.- Nuevamente descubrimos que es muy poco cuidadosa con sus cosas: pese a que ese modelo de cámara y funda tiene una correa con un quitavueltas, ella no se saca nunca la correa de cuero del cuello y, por ello, esta se retuerce de forma exajerada 3.- Su nivel técnico es muy bajo como consecuencia de la mala exposición seleccionada; ella solo pretende que salga la imagen y para ello mete los datos que le dá el fotómetro directamente (si lo tuviera, que parece seguro, por la serie de accesorios que tiene colgados en la correa; es posible que solo utilizara la guia de exposición de la propia cámara). La primera Rollei con fotómetro incorporado salió en el año 1956 y, por lo tanto, ella trabajaba con un fotómetro exterior. (*)

Fue Picasso el que mencionaba que había tenído que desprenderse de todo un bagaje cultural y técnico y empezar a aprender a pintar de nuevo.  Ese es el camino que yo tuve que iniciar de forma urgente y que, desgraciadamente, me sigue pesando demasiado. Ella, no ha tenido ese problema; el problema que probablemente tenemos todos los fotógrafos y todos los profesionales (cada uno en su campo).  Por ello, sus avances y logros son tan sumamente increíbles; no ha tenido que luchar contra una formación; ha partido casi desde cero y eso vale su peso en oro...; este, es un caso casi único.

Este es el único auterretrato que me he realizado nunca. Lo hice con la primera cámara digital compacta de calidad que tuve y tras una grave operación cerebral. Con independencia de otras cuestiones, es evidente que busco otra cosa que no es mi imagen y que escondo por todos los medios: yo no formo parte de la realidad que yo percibo; soy un interrogante más cercano a mi muerte y a un mundo que no controlo y a cualquier otra cosa; soy un mero espectador de lo que me rodea; un sueño extraño.... Lo curioso es que al aclarar la imegen, se han incorporado cosas que no estaban previstas: una intrigante mujer, me mira por encima de mi cabeza; ambos formamos parte del mismo "decorado" que no se aprecia como real; yo no he intervenido en ello... (*)

(*)

Su aparente aislamiento y falta de interés por la fotografía "oficial", ha hecho todo el resto: sin bagaje cultural contra el que tener que luchar, con una gran libertad que da la falta de formación técnica más que en aspectos muy básicos y, lo más importante, aislada y sin pretensiones en el mundo de la fotografía más que las puramente personales: un camino propio, con plena libertad y sin tener que luchar contra nada... Esto es algo que yo siempre he perseguido y por ello mi aislamiento casi continuo de la profesión y la fotografía oficial, salvo unos pocos años como consecuencia de la creación del foro de arquitecturaenimagen.

Es natural que ella se aproxime a lo sublime mientras yo, siga luchando contra mi mismo y nuestra estúpida formación profesional... En algunas pocas ocasiones nos encontramos en el silencio y tras la barrera del tiempo y el espacio. Lo ire relatando...

continuará...


 javier azurmendi.
arquitecturaenimagen.com 
junio 2016

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