Y es que, el cómo se enfrenta uno a la realidad al realizar una imagen, tiene una importancia supina. No es lo mismo integrarse en la misma mirándola de frente, a la altura de los ojos y con un aspecto normal, que cambiar el sentido de visión, mirando para abajo lo que se ha de ver de frente y además con un giro de simetría. En este último caso, uno aprecia la realidad como si fuera una película proyectada y nosotros, los fotógrafos, fuéramos los espectadores.
La Rolleiflex 35C, con la guía de exposición que utilizaba Vivian Maier |
No
es fácil acostumbrarse a mirar a través de esos sistemas de visión,
como tampoco lo es, una vez acostumbrados a ellos y a componer en esa
imagen abstracta, regresar a la realidad con cualquier otro sistema
"normal". Es necesario un buen aprendizaje posterior, al haber trabajado
largos años con un visor de ese tipo.
Esto
es obligatorio con una Hasselblad básica, pero no lo es, en absoluto,
con la cámara que tenía Vivian (una Rolleiflex 35C) que da la opción de
seleccionar entre ambos tipos de visiones: la rápida a la altura de los
ojos (o, un poco más lenta, a través de la lupa de enfoque), o la más reflexiva, por abstacta, a la altura de la cintura.
El
mundo tiene un formato simétrico; un círculo con el que apreciamos lo
que nos rodea. En este sentido el formato cuadrado es el que más se
aproxima a esa realidad y con el que resulta mucho más inmediato el
componer. No es necesario ningún largo estudio para aprender a componer
en un formato cuadrado, mucho más cercano a nuestra visión que cualquier
otro existente.
Por
ello Vivian se acerca al mundo teoricamente real, según los expertos, con ciertas incongruencias: con una
imagen abstracta, distinta a la real en cuanto a su composición. Por lo
tanto, esta dicotomía está presente en todo su trabajo, complementada
también con la interpolación de su propia figura real, en ese mundo
abstracto. No hay duda que ella misma se dió cuenta de esto, lo explotó y
lo llevó a niveles increibles de desarrollo, hasta llegar a imágenes
absolutamente modernas pese a estar realizadas en los años 50. Tengo
serias dudas de si todo esto hubiera sido capaz de realizarlo, si
hubiera tenido una formación académica estética, e incluso técnica
fotográfica o de composición...
Yo
lo pasé realmente mal, cuando tras trabajar largos años en formato
cuadrado, hube de pasarme al rectangular por exigencias del mercado:
trabajar con Rollei y después con una Hasselblad con formato cuadrado,
nada tiene que ver con el trabajar con una Sinar con formato rectangular
o una actual Canon FF... Por más de un año, tuve que aprender a
componer de nuevo; a caminar tras una larga "enfermedad" donde la
simetría de la imagen en mi cerebro, me daba contiuos sustos y problemas
difícilmente solucionables con posterioridad... Incluso llegué a
entregar imágenes dadas la vuelta sin tan siquiera darme cuenta: para mi
era lo mismo la derecha, que la izquierda real....; yo tenía un mundo
paralelo en mi cereblo que no era igual al real y que era incapaz de
deshacer. Estoy convencido que a Vivian le sucede lo mismo...Y eso es
dificil que alguien se de cuenta, si no ha sufrido ese problema; los
fotógrafos profesionales ya mayores, lo conocemos perfectamente...
Y
este problema, también lo tenía Vivian, sin que nadie parezca haberlo
tenido en cuenta; esto será fundamental en su fotografía, como también
lo ha sido en la mía... Pero ya lo iremos viendo a fondo en el transcurso de la serie...
javier azurmendi.
arquitecturaenimagen.com
junio 2016
javier azurmendi.
arquitecturaenimagen.com
junio 2016
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