Hace ya algunos años que teníamos prevista la posibilidad de que nuestras autoridades añadieran harinas de insectos en nuestra comida procesada. Es tal el numero de parasitos extraños entre las nuevas autopsias que se están dando, que una de las fuentes de esos parasitos pueden ser estas harinas y similares fuentes no declaradas oficialmente.
No relatare yo lo que ya se sabe de estas harinas y lo peligrosas que son, bien por la posibilidad de contener huevos y/o sus largas, bien por los parasitos en sangre, las reacciones de alergia e incluso los temibles shock anafilácticos que puedan producirse.
La agenda 2030 esta empeñada en que las consumamos, pese a todos los peligros que ello conlleva y nosotros no estamos dispuestos a hacerlo. Con esa idea, hace tiempo que decidimos:
1.- No comer alimentos procesados fuera, aunque conozcamos su procedencia, ya que parece que la legislación en cuanto al etiquetado, no esta clara
2.- Realizar en casa todo aquello susceptible de que contengan ese tipo de harinas. Hacemos ya un 50% de la harina que necesitamos, partiendo de trigo ecológico molido en casa (pan). En breve utilizaremos el 100%. También realizamos todo tipo de pasta italiana con la harina que realizamos en casa y todo tipo de masa para pizzas.
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