Partimos de Arredondo, para hacer una marcha de veinte kilómetros, hasta el nacimiento del río Asón y regreso en el mismo día. Nos desviamos de la ruta original, subiendo unos cientos de metros mas por otra parecida, en la que se observaba mejor todo el panorama de las impresionantes moles de piedra caliza de la zona.
Yo, tan contento con mis "chirucas" como en las ocho o diez veces anteriores que había realizado este tipo de marchas con las mismas botas. Recuerdo haberlas observado atentamente antes de la partida de hoy, pues algo extraño había oído hablar sobre su desintegración completa en poco tiempo. Eso no sucedía con las mías pues seguían estando perfectas, sin desgastes (estaban muy poco usadas para el tipo de bota de montaña que se trataba) y su aspecto era como el del primer día.
Con un aspecto muy similar a este, quedaron las suelas de mis botas CHIRUCA, tras su desintegración, en una marcha muy corta por el monte |
Noto que me duelen los pies y uno de mis compañeros me avisa que dejo un rastro de gomas extrañas por el camino. ¡La ya famosa desintegración de mis botas "Chiruca" había empezado en el kilómetro siete de la ruta!
Al poco, me encuentro casi con la planta del pie en el suelo, pues lo único que me separaba de las piedras era una lamina de una especie de gomaespuma negruzca; todo el resto del caucho que formaba el dibujo y la suela, se había desintegrado completamente dejando trocitos por el camino. Pese a que suspendimos la marcha, en el kilómetro diez prácticamente iba ya descalzo... ¿Que hubiera pasado si tengo que caminar diez kilómetros más en estas condiciones por los caminos pedregosos de los Picos de Europa, como habitualmente hacemos, hasta regresar a un lugar habitado donde poder calzarme mínimamente?
Al regresar busco información sobre este problema en la Red, y me encuentro con lo que, según parece, ahora es habitual en lo que antes era una marca de prestigio en la montaña. Pero lo realmente preocupante es la velocidad de desintegración de este calzado: en poco mas de cinco kilómetros, casi he tenido que caminar prácticamente descalzo entre pedregáles ¡Como para repetir la compra!
Para los profesionales de la fotografía de arquitectura y paisaje, o simplemente para los buenos aficionados, han de tener muy en cuenta esta información que puede arruinar completamente una jornada de trabajo o, en otro caso, amargar unas vacaciones haciéndolas, incluso, peligrosas... (ocho o diez kilómetros casi descalzo por pedregales, puede ser un trauma considerable)
Aunque con los primeros casos, el fabricante afirmaba como normal ese desgaste brutal y repentino, parece que ahora quiere remediar la mala prensa (internet es un medio que no pueden controlar)... Cierto, parece que ahora quieren enmendar la plana, pero naturalmente yo las tire en el primer contenedor que encontré y no tengo intención de ariesgárme a repetir la experiencia, incluso, aunque me las regalen... ¡Menudo grave riesgo absurdo!
Yo conozco dos casos similares. Ambos de botas para andar por la montaña, que en una misma marcha una se despegó casi totalmente y al cabo de un rato la otra.
ResponderEliminarDos casos en gente de mi familia. Unas de las botas tenían 16 años y unos 1.500 km. recorridos.
También me encuentro en este caso, tengo claro que no me compro nada de marca, con unos zapatos Pikolinos me ha pasado lo mismo,tomemos nota.
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