Tres días y tres noches

Desde el jueves pasado ya estoy de vacaciones. Creo que son las primeras vacaciones completas que me paso desde hace algunos años, aunque, no dudo que pueda realizar algún trabajo al final de ellas; hay varios reportajes medio colgados por estas tierras y seguro aprovechare para terminar algunos con la luz idónea y en las mejores condiciones.

Por otro lado estoy medio recuperándome de una caída en bicicleta que pudo ser grave, pero finalmente no fue mas que un golpe con mas de un raspón idiota. Nunca me había pasado pero, lo que creí una rotura del cuadro, finalmente se ha demostrado una simple salida de rueda trasera por desgaste de la textura de la patilla que la sujeta. Cierto que mi bicicleta cántabra de carretera, tiene mas quilómetros que ninguna de las que poseo, pero jamas me había sucedido esto.

Con un berbiquí y una buena maza, he ido rehaciendo una textura nueva a lo largo de toda la patilla en la zona donde se da el apriete del buje. Una arandelas "antisoltura" de acero, han completado la operación; parece que funciona a las mil maravillas...

http://recorridosciclistascantabria.blogspot.com.es/search?q=Fuente+las+Varas

Tal es así, que hoy me subiré Fuente las Varas con ella; 13 kilómetros de subida continua hasta completar los 500 metros sobre el nivel del mar, partiendo prácticamente de la cota cero. Espero que no me falle de nuevo la sujeción de la rueda en la bajada pues, en este caso, el accidente sería muy grave vistas las velocidades que se alcanzan en esas bajadas (90km/h)... En cualquier caso, en estos primeros viajes con ella, intentaré no bajar a mas de treinta o cuarenta por hora (terminare con las manos agarrotadas de apretar los frenos).

Tantas veces he subido ese puerto, que tengo previsto realizar un reportaje con sus maravillosos paisajes, solo aptos para los buenos ciclistas que se deleitan en su ascensión sin intentar batir ningún record y si disfrutando al 100% de ellos; es un puerto maravilloso que parte de la población de Hazas de Cesto en dirección a Riva, y que, despacio y con plato pequeño, lo puede subir todo el mundo...(naturalmente para gente con cierta edad, con pulsómetro y un par de aspirinas en el cuerpo para prevenir accidentes cardiacos).

Finalmente he regresado sin sufrir ningún percance. La textura realizada con el berbiquí y la maza, ha funcionado perfectamente al pedalear de pié en subidas con pendientes cercanas al 6%, con plato grande y piñón pequeño forzando al máximo la tensión sobre esa horquilla. El descenso, sin pasar de los 50kmh por si "las moscas".

La segunda parte del puerto (mucho mas suave desde el cruce que conduce a Riaño), la he subido disfrutando del paisaje, los sonidos de manantiales y pájaros y la fresca brisa; me ha recordado mucho a las subidas que hacía en Luarca hacia La Figal (AS-219 dirección Luarca-Navelgas) por "la carretera de abajo", denominada localmente, cuando era joven. Nunca he dejado de disfrutar sobre la bicicleta; de nuevo me tiene atrapado...