Noja (Cantabria): ¡que horror!

Tras el último curso de "La Toma" realizado el pasado mes de Octubre, viajamos a Noja para cerrar la venta de nuestro apartamento. 

Su adquisición, hace ya mas de doce años, ha sido uno de mis errores mas sonados, que he ido manteniendo a lo largo del tiempo como un intento absurdo de negación de éste, de forma continuada. Y cuando se dirige el barco a los acantilados, o se da un golpe de timón temprano,  o el naufragio es seguro….

Pese a que no ha sido una mala venta, dada la bajada de mas del 17% del nivel de vida desde el momento que realicé la compra (dudo que alguien pueda vender en este momento con el calificativo de "buena venta"), han sido doce años de perdida de tiempo, al empeñarnos en convivir en un "pueblo" con un "enjambre" de visitantes de difícil calificativo; con un Ayuntamiento con comportamientos, en opinión de muchos de sus vecinos, tendentes a lo caciquil;  con una nube de funcionarios (más de doscientos) que, en general, no son del pueblo y que, aparentemente, les importa cuatro pepinos el mismo; un alcalde actuando, como aseguran, jefe de "la familia" de concejales constructores de la zona; con una arquitectura y urbanismo, en mi opinión,  con tal falta de calidad que roza lo bochornoso, y donde las leyes cántabras y generales, según mi propia experiencia, brillan por su ausencia… Noja, ha llegado a tal punto,  que no tiene ni el mas mínimo interés al carecer de un mínimo carácter o personalidad; Noja no tiene interés en nada …

Que duda cabe, que el paisaje que le rodea tiene un gran interés, pero el mismo paisaje rodea también a Santoña, Escalante y otros muchos pueblos, en los que el visitante no es tratado cual ganado lechero al que, ademas del mal trato, hay que "ordeñar" continuamente y casi por cualquier cosa.

Tan desagradables son, que ni tan siquiera hemos comprado una mísera barra de pan en ese pueblo en los doce años que hemos estado en él;  la relativamente cercana Santoña, ha cumplido siempre nuestras expectativas en ese y otros similares sentidos, y solo utilizábamos Noja, como "lugar dormitorio" para poder disfrutar de otros lugares relativamente cercanos en nuestras vacaciones. Tras los doce años de hartazgo, en verano, ya ni lo utilizábamos como dormitorio de paso...

La utilización en invierno del apartamento, como sustituto de hotel para realizar mis trabajos profesionales a lo largo de una buena parte del norte de España, ha sido la única disculpa para mantenerlo a lo largo de estos años. Con la disminución de mi actividad profesional en la zona, soportar ese estúpido y paleto entorno, era una labor absurda con la que finalmente hemos acabado de muy buena gana. ¡Que horror de "lugar"!