"Anteriormente, nunca me había fiado de una sola toma para obtener un resultado satisfactorio; en lo sucesivo tomé la resolución de reducir el número de exposiciones que hare de cualquier tema. De ese modo, me ahorrare mucho trabajo innecesario. La fotografía no tiene por qué ser cuestión de aciertos y errores, como tampoco lo es la pintura: el pintor se limita a un solo lienzo por cuadro. El procedimiento difiere ligeramente: en fotografía, todas las correcciones hay que hacerlas con antelación, mientras que en pintura se corrige y retoca durante el proceso de trabajo e incluso despues..." (Man Ray, en su autobiografía)
Impresión sobre papel de periódico, realizada con fotocopiadora. Madrid 1978
En los tiempos en los que trabajábamos con película, el gasto en material era impresionante. Las nuevas generaciones no pueden llegar a comprender lo gravoso que era este tema. Piensese que un reportaje normal, tenía el mismo número de imágenes que en la actualidad: aproximadamente veinte, que resulta la cantidad máxima que se publicara en offset en cualquier revista del sector.
Pero para sacar con calidad veinte imágenes, realizábamos muchas mas. Añádase ahora, los segundos disparos para tener en archivo "duplicados" de la misma imagen, para repartir entre las distintas editoriales (realizar un duplicado en un laboratorio tenía un coste mínimo de 25 Euros ya que su proceso es manual -en placa y formato mediano-)
Resumiendo: Que nos encontrábamos con un mínimo de 150-200 imágenes en placas ...¿Normal? Pues piensese que el coste de cada placa subía algo mas de los 15 euros y por ello, los costes podrían acercarse a los 2.000-3.000 euros ¡solo en película!
Naturalmente, esto solo podíamos asumirlo los profesionales y con ello, podíamos asegurar una alta calidad del trabajo a entregar...Pese a que tanto disparo aupuestamente resultaba una ventaja, finalmente, con los años, descubríamos que era un gran inconveniente por sus altísimos costes y por la dificultad de selección posterior.
La experiencia te hacia ver de forma clara que, con un método, podías ahorrarte un gran dineral en placas. Y si podías, formar la vista y la mente para seleccionar las mejores imágenes en la propia toma, también suponía un ahorro de tiempo impresionante.
Ahora, con la imagen digital, el fotógrafo ya no tiene casi "ojo" para trabajar en la toma de campo. Ahora lo hacemos todo con posterioridad, dado el bajísimo coste de cada disparo en la cámara; ahora los altos costes en tiempo, los hemos desplazado al procesado...Claro que, si no existe base, el trabajo final sera deficiente. ¡Es el problema del huevo y la gallina...!
Pero esto es muy grave, ya que las nuevas generaciones no son capaces de seleccionar haciendo pocas imágenes y con ello utilizar poco tiempo de procesado, con una altísima calidad final. Están atrapados en este vorágine de las prisas y los teóricos bajos costes de producción.
El problema es que ellos, y sus jefes (también novatos digitales), creen que eso es fotografía...
Pero para sacar con calidad veinte imágenes, realizábamos muchas mas. Añádase ahora, los segundos disparos para tener en archivo "duplicados" de la misma imagen, para repartir entre las distintas editoriales (realizar un duplicado en un laboratorio tenía un coste mínimo de 25 Euros ya que su proceso es manual -en placa y formato mediano-)
Resumiendo: Que nos encontrábamos con un mínimo de 150-200 imágenes en placas ...¿Normal? Pues piensese que el coste de cada placa subía algo mas de los 15 euros y por ello, los costes podrían acercarse a los 2.000-3.000 euros ¡solo en película!
Naturalmente, esto solo podíamos asumirlo los profesionales y con ello, podíamos asegurar una alta calidad del trabajo a entregar...Pese a que tanto disparo aupuestamente resultaba una ventaja, finalmente, con los años, descubríamos que era un gran inconveniente por sus altísimos costes y por la dificultad de selección posterior.
La experiencia te hacia ver de forma clara que, con un método, podías ahorrarte un gran dineral en placas. Y si podías, formar la vista y la mente para seleccionar las mejores imágenes en la propia toma, también suponía un ahorro de tiempo impresionante.
Ahora, con la imagen digital, el fotógrafo ya no tiene casi "ojo" para trabajar en la toma de campo. Ahora lo hacemos todo con posterioridad, dado el bajísimo coste de cada disparo en la cámara; ahora los altos costes en tiempo, los hemos desplazado al procesado...Claro que, si no existe base, el trabajo final sera deficiente. ¡Es el problema del huevo y la gallina...!
Pero esto es muy grave, ya que las nuevas generaciones no son capaces de seleccionar haciendo pocas imágenes y con ello utilizar poco tiempo de procesado, con una altísima calidad final. Están atrapados en este vorágine de las prisas y los teóricos bajos costes de producción.
Ello no puede llevar más que a una muy baja calidad profesional, también en la imagen de arquitectura. Solo los que hemos trabajo en película, tenemos ya la habilidad de seleccionar en la toma...El momento preciso del disparo que mencionan los grandes maestros del reportaje., ya esta en desuso ; ha sido sustituido por ráfagas de disparo, cual metralleta inútil que no es capaz de ver, y solo disparar "al bulto".... Naturalmente, no se enteran de casi nada nada...
El problema es que ellos, y sus jefes (también novatos digitales), creen que eso es fotografía...
puede continuar a lo largo del día...
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es lo que tiene pensar y encuadrar antes de disparar, ahora las prisas y la posibilidad de los millones de disparos hacen que saques fotos sin pensar, y después revisar las 500, y elegir y retocar las buenas.
ResponderEliminarMe voy haciendo poco a poco con mi reflex, y tus imágenes me gustan mucho.
¿No das cursos de foto de arquitectura? y sobre todo para mi ¿de interiorismo?
gracias.
un saludo,
Hola
ResponderEliminarme alegra que te gusten mis imagenes.
De momento no vivo de dar clases particulares aunque, con la crisis, igual termino necesitandolo...
un saludo
javier azurmendi