El taller diario, de un viejo fotógrafo de arquitectura: Diario de un hortelano urbano (115)

viernes, 14 de julio de 2017

Diario de un hortelano urbano (115)

Ya había comentado que las lechugas traídas desde Galicia se me estaban muriendo como consecuencia del mal estado en el que llegaron y por la falta de suficiente luz. Esta última, es consecuencia del intentar repartir la iluminación general entre plantas de distintas alturas (pimenteras, tomateras y lechugas); lo que para una es poco por elevada distancia hasta la lampara, para la otra es excesiva etc

Tomate negro de Crimea: uno de mis próximas adquisiciones para plantar en interior durante todo el año

Esto que tiene poca solución directa con el sistema de lámparas que había montado, lo he solucionado en parte con un sistema paralelo de bombillas mas pequeñas y que pueda convivir con la iluminación general sin demasiadas sombras. Había montado dos de prueba y ahora montaré otras dos ya como definitivo…

Y mientras monto todo el sistema paralelo, he bajado la iluminación general, de forma parcial, para intentar salvar la plantación (de otra forma ya no encontraré plantones en Madrid).

Tres alturas de iluminación y dos sistemas, conviven al unísono para poder cultivar plantas de distinto porte

En una iluminación artificial general, resulta muy complejo cultivar plantas de distintas alturas ya que según las distancias planta-lampara, los lux varían mucho y, si la distancia es excesiva, puede que no sea suficiente su potencia, como es el caso. Puede consultarse el estudio que realicé de la potencia de cada lampara según la distancia a utilizar…

Con este sistema de iluminación mas cercano, he iniciado también un pequeño experimento de cultivo de espinacas en interior que hace unos pocos meses no había resultado bien, también por falta de suficiente luz; espero que ahora, en medio del verano, si se den también bien en interior las de la variedad Butterflay