jueves, 20 de julio de 2017

Diario de un hortelano urbano (118)

En muchos lugares leo y/o escucho que, para cultivar tomates en buenas condiciones, hay que hacerlo en un recipiente que al menos tenga 35-40cm de profundidad además de un volumen considerable.

Como yo tengo unas jardineras mínimas (15x10x60), nunca he podido hacer el experimento de plantarlas en otros tamaños, pero siempre se me han dado bien en ellas y con una buena cantidad de tomates, según la variedad. De echo mucha gente me dice que no entiende la razón del relativo éxito que tenemos nosotros en unas jardineras tan pequeñas (15cm de profundidad real).

Cajón de cultivo con una profundidad real de sustrato, de unos escasos 20cm

Hoy, visitando el huerto del Retiro, me he encontrado con una messa de cultivo que no tenía más de 20cm de profundidad y donde las tomateras crecían con una altísima densidad, un buen porte y una buena cantidad de tomates. Esa era la demostración que yo estaba buscando: si se dispone de un buen lugar por su orientación, y un buen sustrato abonado, los tomates son capaces de crecer casi en cualquier lugar.






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