Siempre que uno lee a los que escriben sobre un gran autor, un hombre notorio, o lo que dicen de sus orígenes los biógrafos, le entran unas terribles dudas si, sobre lo que se esta leyendo, es pura ficción o una realidad innegable.
Me llama la atención la forma en como se relata el origen de una actividad de alguno de los mas conocidos fotógrafos o incluso se presenta relatada por el mismo, en alguna entrevista....
Con cierta continuidad tengo la sensación que me toman el pelo ante determinadas afirmaciones sobre sus antecedentes providenciales o cuestiones de similar calado...
La costa, desde Gijon a la desembocadora del río Nalón. El rayado en rojo, indica los sitios donde suelen pescarse las robalizas
(Joaquin García Moran. Oviedo 1956)
(Joaquin García Moran. Oviedo 1956)
Una de mis grandes aficiones es la pesca; la pesca de la lubina desde tierra.
Releyendo un viejo libro de pesca ("La pesca de la lubina en el litoral de Asturias" de Joaquín García Moran. Oviedo 1956) encuentro este magnifico prólogo de Gregorio Marañón, que viene a cuento de la reflexión que aqui presento. Entresaco algunos fragmentos:
"Siempre que un hombre adquiere notoriedad por sus virtudes y sus obras, empiezan a aparecer antecedentes de su niñez y su juventud, que, de haber sido señaladas a su debido tiempo, hubieran permitido predecir el triunfo actual. ¿Por que no se dijeron antes?. Arguyese que se trata de un espejismo: que es la fama posterior la que crea, en la imaginación del publico y de los biógrafos, los precedentes venturosos.Esto no es verdad. Puede, naturalmente, inventarse una infancia excepcional para un hombre excepcional; pero casi siempre ocurre que, en efecto, lo que hubo de significativo en los primeros años, existió, pero no nos pareció significativo hasta que lo alumbró mas tarde el esplendor de las victorias. La verdad es que no sabemos juzgar al futuro hombre mas que con el patrón del triunfo.
Y se da la circunstancia de que ese posible triunfo en tan frecuente que alcanza a la mayor parte de los seres humanos. Son innumeros los que han tenido esa posibilidad, es decir, una infancia de eventuales grandes hombres. Lo que pasa es que un corto número alcanza, al fín, el renombre. Unos enferman o mueren; otros se envician; otros, la mayor parte, perecen para su eficacia ante la perpetua agresión del medio social: padres incomprensivos, maestros lerdos, monstruosos exámenes...; un sinfín de huracanes de los que es difícil salir airosamente, con las posibilidades de llegar hasta el fín conservadas y afinadas.
En suma triunfan pocos, no solo porque sean solo ellos los que tenían aptitudes para vencer, sino porque solo ellos han podido conservar, entre otros muchos iguales a ellos, aquella aptitud...."
Creo que no se debería seguir engañando y coartando a las nuevas generaciones de jóvenes fotógrafos, con cuentos infantiles de providenciales principios y singulares inteligencias.
La decisión inamovible a realizar lo que uno cree que ha de realizar, el trabajo de manera seria y una gran constancia , es lo único seguro que utilizan desde su juventud, todos estos notables hombres para llegar al triunfo…. Mas información…
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