Seguimos pasando, en cuanto a temperatura, un verano magnífico en Madrid. Solo recuerdo, hasta ahora, un par de días de calor intenso, mientras la gran mayoría se han presentado con temperaturas agradables o soportables. Incluso hemos tenido días, como el de hoy mismo, con 23ºC y viento fresco…
Tal ha sido lo agradable del día, que nos hemos atrevido a pasar de los 50km en bicicleta. Mi compañero de fatigas y yo, no hemos pasado calor, aunque yo he terminado con los brazos bastante quemados. Esto es algo habitual en bicicleta cuando esta despejado pero el aire es fresco: no te enteras, pero el sol quema exactamente igual que los días de calor intenso.
En una chopera junto a Colmenar Viejo, se aprecian unos posibles primeros síntomas de lluvia |
Por el camino, he observado que los chopos, ademas de empezar ya a amarillear (síntoma de un otoño temprano), tenían las hojas superiores "reviradas" (síntoma inequívoco de viento húmedo y, por lo tanto, posibilidad de lluvia a las horas). Claro que las filas de hormigas atravesaban la carretera portando sus semillas al hormiguero, como si tal cosa... y, por lo tanto, me quedó descartado completamente la posibilidad de lluvia cercana.
Hoy hicimos 50km por el carril bici de Colmenar Viejo |
Son en estas ocasiones, cuando se ha de fijar uno en los síntomas del medio que nos rodea, para poder aplicar a la profesión las conclusiones climatológicas; la previsión metereológica por la observación del medio, siempre ha sido fundamental para mi trabajo: también hay que seguir observando y deduciendo, en circunstancias teóricamente ajenas a él...
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