Como todos los fines de semana, tenemos por costumbre el no salir casi de casa; el gentío en todos lados es tal, que termino por asquearme. Hace años que cambié el "chip", respecto a los días libres: ahora son siempre en los días de diario y nunca los fines de semana.
Este sábado, como otros muchos, me ha tocado el procesar imágenes y como siempre, no me puedo quedar "quietecito" y he realizado algunos cambios evolutivos en mi proceso: a.- ahora elimino todos los datos exif de los archivos, b.- entrego las imágenes a manera de las antiguas impresiones sobre fondo blanco y con los imprescindibles márgenes que unifican los distintos formatos, evitando todo conato de ruido visual.
Conceptualmente, esto me da cierto aspecto de impresión en papel con cierto sabor artesanal a grabado, que me atrae soberanamente.
Creo haber conseguido ya, las suaves sutilezas que conseguía en aquel y sin necesidad de entregar las imágenes en ese soporte (una cuestión económica para el cliente) pero, ahora en el propio archivo digital: máxima suavidad y sin grandes aspavientos de blancos y negros profundos; todo lo contrario de lo que se persigue en la estética clásica fotoarquitectónica…
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Algo de esto hay en muchas de las cosas que hago. En la imagen, la disposición en una de mis colecciones de elementos marinos |
Todo esto, no es más que la consecuencia de trabajar siempre en sobreexposición, en espacios basados en la luminosidad, eliminando conceptualmente, también, la interpolación de Bayer; dos nuevos conceptos racionalmente planteados y que dan, a mi manera de ver, muy buenos resultados.
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