Trabajo rodeado de ordenadores, SAI, transformadores, motores, lectores de discos duros. Y siempre pensé que tenía que protegerme de toda esta serie de emisores de electromagnetismo. Así lo hice, poniendo cortafuegos a base de regletas e interruptores parciales para que solo esté conectado lo que específicamente pueda necesitar en ese momento. Claro que nunca he tenido un medidor para ver a cuanto estaba sometido, o si era peligroso.
Por influencia de un amigo, he adquirido uno y me he llevado una sorpresa preocupante: mi puesto de trabajo esta limpio gracias a los múltiples cortafuego que había instalado, pero la habitación de mi hijo esta bombardeada…
Y es que resulta que cualquier motor eléctrico las provoca, pero las de la nevera, arcón congelador y microondas son muy potentes y atraviesan todos los muros del mundo, de tal manera que llegan a la habitación de mi hijo de una forma preocupante, al tener solo un muro que los separa... Nunca pude imaginar que fueran tan fuertes...
Medidor doble de campos magnéticos y eléctricos de baja y alta frecuencia |
Si yo hubiera sabido esto antes, hubiera puesto un blindaje por ese muro cuando la casa estaba en obras, pero ahora parece mucho mas difícil y de dudosa efectividad.
El blindaje puede ser realizado de tres formas:
1.- Incorporando una pintura especial al carbón (aparentemente no efectiva para las radiaciones magnéticas)
2.- Forrando la pared con una maya metaliza conectada a tierra (no efectiva para las radiaciones magnéticas)
3.- Forrando la pared de una maya especialmente diseñada para apantallar las radiaciones magnéticas (sin conexión a tierra)
4.- Forrando la pared con una chapa metálica conectada a la toma de tierra. (no efectiva para las radiaciones magnéticas, aunque si eléctricas)
Analizadas las radiaciones que se dan en su habitación, resulta que todas son de baja frecuencia y tienen una componente magnética muy fuerte y una eléctrica prácticamente inexistente. Esto parece ser que resulta muy difícil de apantallar o eliminar.
Dados los altos costes que ahora resultan de su blindaje y la no garantía de que sean eliminadas, he optado, al menos de momento, por eliminar las labores nocturnas de la nevera, a base de bajar en exceso su temperatura ( 2ºC el frigorífico y -22ºC el congelador) por el día y subiéndola o apagadora por la noche un número de horas ya estudiado, para que por el día llegue a su temperatura correcta (8ºC el frigorífico y -16 ºC el congelador).
Y he decidido esta acción, en base de las distancias que se dan entre mi hijo y el muro colindante a lo largo de 24 horas al día; por el día esta alejado de él, mientras por la noche duerme junto a él…
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