Al final, y ante el peligro de estropear el curado de los salchichones, me decidí a reparar, al menos provisionalmente, el tuneo defectuoso que había realizado de una pieza de la nevera, afectando gravemente por la excesiva humedad de los embutidos.
Para ello, tapone todos los desagües que había realizado de la pieza plástica situada bajo la placa de frío del congelador, con trozos de cinta americana, evitando así olores extraños hasta que pueda repararla de forma definitiva con puntos de silicona o pegamento. Naturalmente ha hecho falta descongelar totalmente la nevera para poder sacar la mencionada pieza.
Aspecto actual de los salchichones. Nótese la botella con CDS, con pequeña abertura en su tapón para mantener la desinfección del ambiente dentro de la nevera |
Botella con CDS (solución de dióxido de cloro) |
Cuando la repare de forma definitiva, pondré un solo desagüe dirigido hacia un deposito bajo, que pueda ser eliminado fácilmente cuando se desee; de esta forma no tendrá incidencia sobre los embutidos
Durante las pocas horas necesarias para realizar esta operación, los salchichones han estado en otra nevera almacenados, nunca por debajo de los 6-8ºC.
En la imagen superior, antes de la reparación; abajo una vez reparada. La diferencia de humedad es considerable |
A la vez de realizar este arreglo, estoy midiendo la precisión del termómetro en distintas zonas de la nevera asegurándome así, un secado perfecto.
He aprovechado de nuevo para reorganizar mejor las tiras de salchichones para que no estén unas en contacto con las otras y poder tener así un secado perfecto de todas ellas; ahora ya empieza a ser muy cómodo hacerlo, dada la mengua que han tenido de longitud y diámetro (se ha de tener en cuenta que, con el secado, pierden el 50% de su peso en agua...)
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