Pese a que en Madrid, según me informan mis hijos, hace un calor agobiante, aquí en Cantabria tenemos una temporada de fresco con nieblas y algo de lluvia. Poco nos queda ya para disfrutar de este tiempo que hemos de almacenar en el cuerpo, para aguantar los dos próximos meses metidos en Madrid
El trabajo, es el trabajo, y ahora toca trabajar de lo lindo: dos reportajes programados, tres procesados, preparar el próximo curso y terminar los apuntes del primero, antes de septiembre, es la meta a conseguir.
Por lo tanto, las marchas tempranas en bicicleta (o tardías, según toque), simultaneádas con esta actividad y el aire acondicionado, va a ser la tónica de este verano madrileño. Tengo cierta intriga por ver los resultados de este cambio vacacional, pues parece ser interesante...
No hay comentarios:
Publicar un comentario