La "tormenta perfecta". ¿Vivir aislado de nuevo?

Ayer mismo llegue a la conclusión, tras hacer la compra semanal en Mercadona,  que muy poca gente se había marchado de vacaciones en Madrid. Solo una pequeña diferencia con una época estacional normal, podía llegar a indicar que estábamos en temporada veraniega pero, eso sí, las gasolineras estaban atascadas de gente y ello me indica que este fín de semana, ¡finalmente!,  Madrid se quedará vacío.

Tras la jornada de ayer en la que se hundieron las bolsas  (parece que está claro que se aproxima una recesión mundial ¡lo que nos faltaba!), sigo sin ver nada que me dé un mínimo de esperanza de que la situación nacional cambie de signo. Ciertamente, ésta, es ya tan dramática que pese a que soy una auténtico experto en auto animación, cada día me resulta mas difícil empezar la jornada laboral, con los mínimos ánimos como para que el trabajo salga adelante con calidad (un fotógrafo de arquitectura, no es más que un "lector" de la arquitectura y, esa lectura, varía mucho dependiendo del estado de ánimo que se tenga).

Por ello, me planteo seriamente el aislarme de toda esta situación y centrarme exclusivamente en el trabajo.  No es la primera vez que lo hago en situaciones que me puedan afectar tanto como la presente y poco más puedo hacer ya que los cambios profesionales y personales realizados para encarar con ciertas garantías  los próximos años; además, ¡soy un experto en aislamiento!

Texturas en el camino de la Playa de Liencres. Cantabria

Y es que, ya han empezado las algaradas en la calle...

Si no fuera el movimiento 15M, serían otros que lo están pasando mal en esta situación: desde los farmaceúticos que no cobran desde hace casi tres meses y, por lo tanto, tienen que poner de su bolsillo el importe de las medicinas que expenden por la Seguridad Social, hasta muchos empleados de varios ayuntamientos que hace varios meses que no cobran o, incluso, alguna policía municipal con retrasos importantes en sus emolumentos...

En pocas palabras, la que llaman "tormenta perfecta", en nuestro país, está más que activada y poco podemos hacer ya, para que no estalle con toda su crudeza en nuestra cara... 

Y, según parece, todavía no llegamos a comprender, que ya no somos nuevos ricos...

Esta mañana, hemos ido con una buena cantidad de libros, en perfecto estado,  para hacer una donación a la biblioteca de nuestro barrio en Madrid ( Biblioteca de Retiro); a nosotros ya no nos cabe ni un alfiler más en casa, y hemos de simplificarnos al máximo.

Comenté con Estella, que no me extrañaría que no los aceptaran ....

Dicho y hecho, nos pusieron mala cara y, al comprobar que entre  ellos llevábamos una enciclopedia que pesaba mucho, se negaron a aceptarlos con extrañaos argumentos (de hecho el funcionario no se levanto ni de la mesa en la que "meditaba" muy concentrado). 

Yo creo que la razón no es otra que, de aceptar la donación, tendrían que trabajar en la clasificación, organización y almacenamiento, y siendo el que nos atendió funcionario, creo que pensó que eso era mucho trabajar...

Este tipo de mentalidad, es la que nos ha llevado a la situación actual... 

Afortunadamente para el resto, es muy posible que este tipo de "trabajadores", en poco tiempo y pese a ser funcionarios, no tengan asegurado su puesto de trabajo...(creo que serán sus propios compañeros, los que se encarguen de ello)