Diario de un hortelano urbano (365). Los bancales profundos y el tomate

Ya ha pasado el peligro de heladas, que le vendrían muy mal a mis recién plantadas lechuguillas, al igual que a las pimenteros, también recién plantadas. Por lo tanto, he vuelto a sacar las jardineras al exterior (desde luego estas cosas no se pueden hacer con los huertos fijos tradicionales...).

Basado en las técnicas de John Seymour sobre bancales profundos para cultivar, de forma masiva, verduras y hortalizas, nosotros hemos desarrollado esa técnica para jardineras. La vida en e campo.ISBN 84-7031-119-O

Nuestro primer bancal profundo sobre jardineras

Primeros bancales profundos utilizados como experimento en interior, con tomates

Las plantas han sufrido un poco al estar tres días con muy poca luz, pero espero que se repongan del todo en unos pocos días. Solo una jardinera con algunos ejemplares ya perdidos, padecen los efectos secundarios de estos tres días. Sustituir esos ejemplares y listo. Esta es la gracia de tener ejemplares de plantones de sobra; el poder sustituir algún ejemplar que va mal, es algo que aprendi con los primeros semilleros (no todos se comportan igual).

Uno de los primeros bancales profundos, ya en uso, con muy buenos resultados

He sustituido una jardinera con pimientos de Padrón (de marca local gallega "Clemente") que nunca han ido bien. Como los que tengo en el semillero son incluso mayores que los plantados, he decidido sustituirlos...

La verdad es que al ser la primera vez en utilizar semilla para todo, no tengo ninguna experiencia pero poco a poco la estoy cogiendo. La próxima temporada espero hacerlo mejor y no utilizar esta maraca de Padrón, que ha de estar mal conservada pues el resultado esta siendo nefasto... Veremos, en sabor, lo que resultan...

El huerto exterior con los últimos ejemplares de lechuga adulta. Ya se han plantado los tomates con toda su parafernalia de cuatro bancales profundos, estructura protectora contra caídas de frutos y cañas para el trepado y atado. El tomate Negro de Crimea (casi detrás de la imagen), no lleva bancales profundos. Nuestra experiencia de otros años, es que el tomate de Segovia, es el que mejor funciona aquí aunque, eso es cierto, nunca he utilizado bancales profundos en estas macetas exteriores.

Hoy será el día de reponer los que estén en mal estado o algunos que no terminan de enraizar bien, al igual que el de plantar ya los tomates de forma definitiva. La estructura completa ya esta montada, al igual que el abonado del nuevo sustrato que he tenido que completar para hacer los bancales profundos. El potasio (ceniza de madera) y el cloruro de calcio, son nuestros amigos para abonar los tomates...

La necesidad de espacio considerable para el cultivo del tomate (especialmente en profundidad del recipiente), hace que la técnica del bancal profundo adaptado a las jardineras, funciona tan perfectamente bien, que no es necesario cambiar las jardineras por unas mayores y mas profundas; con las que disponemos de 20-25cm, se transforma en 35-40cm que, en teoría, son algo justas para el tomate, aunque resulta suficiente según mi experiencia...

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