Ha sido una tentación y he intentado regresar atrás. He intentado vivir lo que no había vivido...
Y de nuevo llego a la conclusión de que el tiempo es como el fuego: todo lo transforma…
No existe el pasado, salvo en nuestra memoria. Solo el presente y el futuro. Se ha de vivir, como si no existiera la muerte.
Con el karma sucede lo mismo: la buena o mala energía se dispara siempre hacia el presente o hacia el futuro…. Y se multiplica si uno pretende movimientos imposibles. ¡Pobre de aquel que los proyecte negativos al pasado!
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario