El taller diario, de un viejo fotógrafo de arquitectura: Autosuficiencia urbana (144). Habla poco y al revés

martes, 16 de junio de 2020

Autosuficiencia urbana (144). Habla poco y al revés

Si, he de reconocerlo, lo que a mi me gustaría de verdad es vivir en una aldea gallega. Podría decir hasta la zona por salvaje y aislada, pero con pueblos cercanos para abastecerte de lo necesario.

Vivir en una aldea supone que nadie te de la coña, con neuras urbanas; las leyes existen pero de una manera que no conocemos en las ciudades; de una forma relativa: no se pueden coger piñas en los montes, pero todo el mundo las recoge. No se puede recoger leña en el monte, pero todo el mundo la recoge, sea suya la zanca (terreno de monte, cerrado), de otros o comunales. Es un terreno tan accidentado y amplio, que difícilmente nadie controla las costumbres de la gente y, este prohibido o no lo esté, se hace y punto.

Puedes tener tu huerta completamente autosuficiente (dentro de un orden, claro), unos pocos animales (unas gallinas) y no más. Eso te provee de huevos de calidad y carne de pollo de primera, sin necesidad de atarte en vida, como sucede si tienes otros animales. Puedes procesar la carne y los derivados de la leche (comprada claro) sin ningún problema de espacio y con la máxima calidad (también puedes comprar leche cruda de algún vecino o carne de cerdo o ternera criados en casa).

Hay costumbre, además, de comprar entre varios un becerro entero para disponer de carne para todo el año. Nosotros lo hemos hecho en alguna ocasión, sabiendo de donde procedía el becerro (aunque esto no tiene demasiada importancia pues en la zona, todo es de primera calidad. Normalmente es procedente de familiares o conocidos).

https://youtu.be/W_-aVsjfguE Trabajando la huerta en la eira (terreno junto a la casa)

Las viviendas no son tales pues, el interior y el exterior es una continuidad y, por eso las puertas suelen estar siempre abiertas (más antes que ahora, por los robos). Las parras de vid suelen hacer de sombra a la entrada de la casa y a muchas zonas colindantes, de tal forma que tienes un espacio adherido a la vivienda donde estar fresco y, además, te da un rendimiento en fruta (ahora hay mucho kiwi9 o vino. En invierno cae la hoja y no te impide que los rayos de sol lleguen a la vivienda y te caliente en la medida de lo posible.

Una casa bien preparada, puede ser infinitamente mas barata de calentar que un piso corriente de la ciudad donde tu no has controlado el aislante en su construcción. Solo has de tener la precaución de , bien en su contrucción o en su rehabilitación, no escatimar en gastos de aislamiento, tanto de pareces exteriores, ¡en interiores!, suelos (muy importante) y techos (también muy importante). Por esta misma razón, puede ser muy fresca en verano gracias al aislante y unos pocos ventiladores (el aire húmedo del clima gallego, refrigera muchísimo mas que el seco de Madrid, por ejemplo).

Aldea gallega

Hasta aqui todo perfecto. De hecho hicimos algún experimento limitado, de vivir en una aldea. Pero,....con las costumbres ancestrales hemos topado...

Nosotros urbanitas de toda la vida, no sabemos tratar con la gente de las aldeas; ellos tienen sus pautas de comportamiento que nosotros no controlamos; somos unos paletos de ciudad y en una aldea nos encontramos, al fin, como un pez fuera del agua...

Desde el saludar a todos con los que te cruces, aunque no lo conozcas de nada (ellos a ti si te conocen y hasta saben tu vida a la perfección), hasta tener conversaciones con el tono muy bajo para que no se entere nadie que este trabajando en alguna leíra de los alrededores (terreno normalmente de labradío), es algo que nos sorprendió sobremanera. A nosotros no nos importaba que alguien extraño se entere de que me iba a retirar ese año, por ejemplo. Pero a mi contertulio, si le importaba, y mucho; casi no le escuche decirme, estando a su lado, que le quedaban seis años para poder hacerlo... No entendía las razones de ese secretismo en cosas aparentemente absurdas para un urbaníta redomado como yo. Pero me aclaro: "Aqui, hasta los balos (muros de piedra) tienen oídos..."

En Cantabria , por ejemplo, hay un dicho en las aldeas que dice: "Habla poco y al revés" Siempre pensé que los cántabros eran muy retorcidos, pero descubrí que también los gallegos de aldea lo son.

Y las razones no son otras que por defensa: si conocen algo de tu vida, te pueden criticar o atacar por cualquier otra razón, en el momento mas inoportuno y, aparentemente, sin venir a cuento. Nunca podré entender el ser tan poco libre como se es en las aldeas, aunque ellos estén tan acostumbrados, que ya no se den ni cuenta...

Bimbios (mimbreras) gallegos en invierno

Luego están las costumbres sociales: si vas a la taberna de la zona, has de invitar a algunos que hace días te invitaron a ti por no se que historia; y, si no lo haces, eres un apestado. Naturalmente nunca hemos llevado la cuenta de esas cosas y tampoco podíamos acostumbrarnos a hacerlo pues nunca lo vivimos a lo largo de toda nuestra vida urbana. Total, que además de tener un presupuesto corriente de diario, has de llevar un registro de invitaciones y un presupuesto extra considerable, para esa absurda actividad...¡Una costumbre tabarra!. Terminas por no ir al bar aunque te apetezca tomarte un vino con tu mujer, tus hijos o un amigo.

Como se te ocurra no asistir a un entierro del hermano, del primo, del tío del dueño del bar, aunque nunca trataste con él, ni lo conoces de nada, la cagas; es posible que quedes enemistado con esa familia de por vida, ya que un día, que tu ni recuerdas, te cruzaste con él y os saludasteis como haces con todos los vecinos, aunque no los conozcas de nada. Pero ellos a ti si te conocen y creen conocer todos tus "secretos"; esos que ellos guardan muy sigilosamente...

Bueno que, por resumir, llegamos a la conclusión que la vida en la aldea no es para nosotros, y nada tiene que ver con lo duro fisicamente que pueda ser, y si mucho mas, por ese tipo de costumbres para nosotros, absurdas, incomprensibles y molestas. Descubrimos, por los hechos, que en la ciudad se es mucho mas libre y no has de perder tiempo en ese tipo de cosas. La aldea esta muy bien, siempre y cuando no dependas de ella....

Pero, eso sí, de vacaciones o por temporadas, se esta de puta madre...

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