He pasado unos días un tanto preocupado pues veía que la temporada de venía abajo: los pimientos no parecían prender bien y las lechugas irremediablemente se me estaban secando todas. No entiendo todavía qué es lo que ha pasado, pero creo que tiene mucho que ver con tardar mucho en ser trasplantados, no habiendo roto las raíces antes de hacerlo. En este caso se retrasa un montón la adaptación y, para el caso de las lechugas, ha sido fatal. También probablemente la falta de suficiente luz en el huerto interior (lechugas) ha sido la responsable...
Afortunadamente los pimientos se han recuperado, han dejado de ponerse amarillos y han dejado de tirar hojas. Incluso empiezan a florecer y creciendo ya unos centímetros con hojas verdes profundos, como les corresponde. En cambio las lechugas no tienen salvación y, pese a que he añadido mucha más luz al huerto, las doy por perdidas, aunque alguna pueda salvarse.
Los pimientos ya empezando a recuperarse. De momento parece que no perderé la temporada |
En ese sentido y aprovechando la recuperación que hice el año pasado de semillas de Batavia rizada gallega, he realizado dos semilleros para sustituir a las estropeadas y poder continuar normalmente la temporada. Como no he esperado casi nada a decirme a realizar el semillero, creo que podré sacar partido a estas lechugas esta temporada. De hecho ya están creciendo saludablemente (ligeramente espigadas al haber sido plantadas en luna nueva y no en menguante).
Realizando el nuevo semillero de lechugas. Las semillas recuperadas se guardan en una caja metálica haciendo una jaula de Faraday. |
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