Ahora que casi estamos solos (nuestros hijos son independientes), empiezo a dudar si resulta de interés todo el sistema de autosuficiencia que he ido montando con el huerto (La maquina para cultivar). Es posible que haya llegado el momento de deshacer parte de lo realizado: ¿Para qué queremos cultivar 150 lechugas para nosotros dos, si no damos a basto a consumirlas? ¿Para qué cultivar, por ello, lechugas en interior en invierno?... Incluso empiezo a dudar del huerto interior tal y como se ha estado utilizando hasta hace poco.
Es posible que haya llegado el momento de "jugar" con cultivos menos masivos (espinacas, zanahorias etc) dado que nuestro consumo es mucho menor. De esta manera se podrá ampliar la variedad de estos, sin pretensiones de cultivos masivos. De momento empezare a cultivar zanahorias en el interior, junto a espinacas.
El huerto exterior en un momento de máxima producción |
En este sentido la posibilidad de cultivar champiñones o setas, es una de las opciones que vengo pensando desde hace tiempo e incluso ya he hecho alguna prueba con mal resultado. Ahora me lo planteare mas en serio, ya que tendré espacio suficiente. Nada como comprar un libro especializado en el tema, para aprender, pues no tengo ni idea sobre el tema.
Con el primer libro y el segundo (ya lo tenía) creo que podre empezar en esta labor del cultivo de setas en mis huertos |
En su momento planté en El Viso, junto a al campo contiguo de pinos, esporas de níscalos, que no parece que tuviera éxito. Claro que en ese momento tenia incluso menos idea que ahora. Creo que es el momento de tomas este tema en serio...
Lo que ya he comprobado es que la calefacción (imprescindible en invierno en el huerto interior para los tomates y los pimientos de Padrón), para las lechugas es mortal pues las vuelve amargas y duras, como sucede en exterior en los veranos madrileños. Por lo tanto y hasta que no se plante algo que lo necesite, la calefacción queda eliminada.
Esta decisión 100% racional, me vendría tremendamente bien con las nuevas tarifas de electricidad mucho mas caras y que desde el 1º enero del 2024, entrarán en vigor... Hay que variar algo de lo que he hecho hasta ahora, pero siempre manteniendo, o incluso bajando si fuera posible, los costes...
2014. Una de las primeras versiones del huerto exterior de mi actual vivienda |
Con la misma idea de desandar parte de lo andado, hemos empezado a tirar muchos de los libros y revistas que almacenábamos de lo que hemos publicado. En esta atacada han sido cerca de 400 libros y revistas de arquitectura las que nos hemos deshecho de la mejor manera posible: unos regalándolos y otros directamente al contenedor de papel. Desgraciadamente no aceptan en las bibliotecas libros, y mucho menos revistas, ni tan siquiera en perfecto estado (algunos incluso con el embalaje original).
Afortunadamente, Estella hizo una recopilación bastante completa de lo que hemos realizado y publicado a lo largo de todos estos años. Esto, y el resultado de la limpia que hemos hecho, ha de ser suficiente como legado para que mis hijos, o cualquier interesado, puedan consultar el trabajo que realizamos, en exclusiva para la arquitectura, a lo largo de cuarenta años de profesión.
Sería un problema dejar en legado a los hijos, una biblioteca tan extensa que resulta imposible de almacenar en una vivienda particular, salvo que se tenga un tremendo espacio para hacerlo. También el archivo fotográfico profesional (mas de cuatro millones de imágenes) correrán la misma suerte en poco tiempo, así como, incluso, parte de los inventos mecánicos propios especializados para la imagen de arquitectura (no existen en el mercado) y la maquinaria fotográfica única utilizada. Tampoco para esto el espacio físico abundará en un futuro y no quiero que sean mis hijos los que tengan que tirarlo o regalarlo tras nuestra ausencia y con gran dolor de su corazón.
Andrés Perea. Un orgullo el contar con esta dedicatoria manuscrita en su último libro |
Tengo claro que casi ningún cliente, valoro durante mi actividad profesional lo que les he ido haciendo con maquinaria especializada original, consecuencia de su ignorancia en este tema fotográfico y otros muchos que lo circundan. Cierto que en ocasiones fue con un esfuerzo casi sobrehumano, que ahora ira a la basura sin aparente pena ni gloria. Pero así es la vida si uno pretende dar el 100% de lo que se puede dar; es mejor marcharse con la satisfacción del trabajo único bien realizado, que el pensar en una vida pasada, vacía de contenido.
Biblioteca en Fuencarral. Madrid. Arquitecto: Andrés Perea Ortega |
Se que muchos de esos hallazgos estéticos y técnicos se irán conmigo para siempre, pero habitualmente he dejado pistas para que los inteligentes interesados pudieran seguirlos y descubrirlos ahora, o en un futuro. Me temo que solo en el caso del recientemente fallecido amigo, cliente y maestro Andrés Perea, hubo complicidad y comprensión real, también culta, hacia mis trabajos.
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